Tras 10 años de silencio, detienen a presunto abusador de su sobrino
MORELIA, Mich., 13 de enero de 2025.- Por una década guardo silencio sobre el abuso sexual y violación equiparada que vivió dentro de su propio hogar, pero ante el amago de reencontrarse con quien reconoce como su agresor, un adolescente de Villa Madero le reveló toda la verdad a su madre; el principal sospechoso fue detenido y destinado a prisión preventiva justificada este lunes.
Mediante la manipulación, la intimidación y el miedo, presuntamente Fernando N, atentó contra la libertad sexual de su sobrino-de identidad reservada por ser menor de edad-al menos en cuatro ocasiones, de acuerdo a la teoría del crimen de la Fiscalía General del Estado, en la causa penal 2543/2024.
Todo comenzó en 2014, relató el Ministerio Público ante el juez Manuel Padilla.
En aquel año, Fernando regreso de Estados Unidos, deportado tras ser procesado. Llegó a la casa de su madre, una adulta mayor que era cuidada por una de sus hijas, hermana del imputado, y el hijo de la misma.
La casa se encontraba ubicada en una colonia popular de la cabecera municipal, los tres adultos y el menor convivan en la misma vivienda. El niño iba a la escuela, era sonriente, amigable y extrovertido. Solía ir a jugar con sus amigos de la escuela y la colonia. Era un niño de siete años, alegre y con un buen desempeño educativo.
La primera agresión aconteció mientras su abuela estaba hospitalizada, en Morelia, cuando su madre le dejo al cuidado de su tío Fernando, sostuvo el Ministerio Público.
Después, cuando su mamá salió a un sepelio a la Ciudad de México; una vez más estando solos en el hogar, cuando la abuela fue llevado a caminar para mejorar su salud y la última habiendo personas en la casa, pero en un lugar apartado.
Las agresiones fueron de menos a más. Primero el presunto responsable le puso su miembro en la espalda, después tocó al menor en sus genitales; la tercera vez fue sexo oral del adulto al menor y al último le introdujo un dedo al niño en el ano.
Cada ocasión era más brutal el ataque, dejando al menor vulnerable. Sin saber qué hacer. Asustado porque se repitiera y con temor de contar la verdad a los adultos a su alrededor, a su abuela o madre.
Para enfrentar solo aquella experiencia, el niño comenzó a aislarse. El adulto que se suponía debía cuidarlo y defenderlo fue quien lo abusó. La ansiedad, depresión y tristeza se apoderaron de él. En la escuela también comenzó a tener problemas y casi nunca salía de su cuarto. La mamá y tías no sabían qué hacer.
Los cambios en su personalidad y la tristeza era su forma de comunicar que algo no iba bien.
Afortunadamente, para la víctima, el imputado se fue de la casa y él también se mudó, pero un día, de la nada, supuestamente el acusado invitó al menor y a su madre a pasar unas vacaciones juntos, fue ese aparente intento de reencontrarse que llevó al menor a contar todo a su madre.
El caso fue denunciado y un psicólogo forense aportado los primeros datos de prueba, a lo que se sumió testimonios de familiares que había notado actitudes diferentes del niño a partir de la llegada del tío. La carpeta fue integrada y este lunes el sospechoso destinado al penal de Mil Cumbres, en tanto se resuelve si es o no vinculado a proceso.