Sin avance, condiciones laborales y de seguridad de periodistas
MORELIA, Mich., 10 de marzo de 2022.- Diferentes años, mismos problemas: agresiones, muertes, precariedad laboral, inseguridad. El periodismo en México mantiene intacto su talón de Aquiles, lo que hace necesaria una revisión de los aspectos fundamentales de la realidad y las carencias que enfrenta el sector.
En la ponencia, Protección a Periodistas, Legislación y Políticas Públicas, Teresa Gil, periodista y escritora, destacó que de su producción bibliográfica dos materiales fueron dedicados al periodismo, entre estos existe una distancia de 38 años; además, desde el segundo de estos libros a la fecha, han transcurrido 12 años, y las condiciones de los periodistas no han registrado cambios significantes.
Refirió que se debe verificar “qué es lo más precario en el entorno de los periodistas”, ante lo que consideró que lo laboral es fundamental.
Y no únicamente son la estabilidad en el trabajo, la certidumbre en los ingresos o la disposición de la seguridad social, sino también la participación de los dueños de los medios de comunicación en la resolución y prevención de las problemáticas, así como el reclamo por libertad de expresión, que, aseguró, esconde un encono producido por el retiro del “embute o el chayote”.
Ante un homicidio, una desaparición o una agresión, los ojos voltean a las instancias públicas, pero “los dueños de los medios no pintan para nada”, pese a que en un primer momento corresponde a ellos dar garantías y seguridad a quienes les proveen de noticias.
Asimismo, mencionó el reclamo por una restricción a la libertad de expresión, considerada como un derecho de los comunicadores, si bien es un derecho humano, y que realmente responde a la reducción del presupuesto destinado a publicidad oficial por parte del gobierno federal en el sexenio en curso.
“Vivían muy felices con la dádiva cotidiana”, pero la disminución de estos ingresos, que alcanzaban puestos directivos y reporteros, señaló, generó el encono de la prensa con el reclamo de una libertad de expresión que es, indicó, amplia.
Teresa Gil refirió además las dificultades para lograr la organización del gremio, integrado, estimó, por alrededor de 40 mil reporteros y periodistas en activo que constituirían un organismo sindical fuerte y sólido para afrontar los problemas añejos y presentes.
No obstante, la diversidad de las condiciones en que se ejerce el periodismo, desde las oficinas de prensa de las instancias gubernamentales hasta las empresas privadas, pasando por el freelance, hace difícil alcanzar este objetivo. Y se suma el individualismo que el manejo del “embute y el chayote” trajo consigo.
Otra situación es la cláusula de conciencia, que es dejada de lado por los propios periodistas, ante una situación de incertidumbre laboral.
Expresó que se tienen actualmente múltiples propuestas e iniciativas, que se ventilan ante la renovación de los mecanismos de protección a periodistas para buscar soluciones a los mismos problemas, que en diferentes años, ha enfrentado el gremio en México.
Participaron como ponentes Rogelio Hernández, Fernando Sánchez y Olga Aragón, con la moderación de Salomé Mendoza.