Otro caso de maltrato animal: adolescente le dispara a perrito en Morelia
MORELIA, Mich., 17 de enero de 2024.- Con pistola en mano, un adolescente mató a un perrito callejero que se encontraba bajo resguardo de unos vecinos, en el fraccionamiento Arko San Antonio de la salida a Quiroga; el hecho quedó documentado por las cámaras de vigilancia y difundido en redes sociales por activistas sociales.
En el video se observa cómo los adolescentes de entre 12 y 14 años pasan junto al perro, buscan azuzarlo y poco después regresan corriendo ambos hacia el can.
Cuando están a unos metros del estacionamiento de la vivienda, se separan, uno corre hacia la banqueta de enfrente y otro hacia el callejerito, llamado Negro.
Al notar el acoso de los adolescentes, el perro recula, mientras uno se le acerca y le dispara en repetidas ocasiones con una arma tipo escuadra, y después sale huyendo del lugar.
El caso fue dado a conocer en la red social Facebook por el usuario Ferias de Adopción Felina y Canina. Rescatistas Independientes.
"El maltrato animal es la antesala de la violencia social, desafortunadamente lo que se observa son delincuentes en potencia, no se alcanza a ver sus rostros para que no digan que se atenta contra los menores, son muchos que atentan contra la integridad de los animales y por ley se debe hacer responsable a los padres por omisión de cuidados o lo que resulte", expresa parte del mensaje en el que se adjuntó el video.
El ataque habría acontecido el martes por la tarde, en la calle Ciprés, y exigen a las autoridades "tomen cartas en el asunto", así como un alto a los ataques contra los animales de compañía en la ciudad.
La denuncia formal por parte de las activistas no se ha confirmado, pero la Fiscalía General del Estado se ha ocupado del caso tras la difusión del vídeo.
En México los niños, niñas y adolescentes menores de edad no son sujetos de la ley penal que se aplica a los adultos mayores de 18 años.
Existe una ley específica para sancionar las conductas con apariencia de delito. Ello responde a que las personas menores de edad son responsabilidad de los adultos, sean o no miembros de la misma familia o consanguíneos, ya que la personalidad y carácter se encuentra en desarrollo y son fácilmente influenciables.
La legislación vigente considera pena privativa de la libertad de menores sólo en casos de delitos graves, como el homicidio doloso, secuestro y secuestro agravado.