¡Me quema!, el grito de auxilio de Frida Santamaría antes de morir
MORELIA, Mich., 30 de septiembre de 2022. - "¡Me quema, no me quiero morir, llévenme al hospital!", fueron las últimas palabras que los familiares de Frida Santamaría le escucharon decir, después, la joven de 24 años murió en el hospital. A cuatro meses del crimen, la familia exige justicia pronta y condena al responsable.
El principal sospechoso del feminicidio de Frida es Juan Paulo A., hijo del ex alcalde de Sahuayo, el priísta Santiago Alejandro Amezcua, y quien luego de tres meses de estar prófugo fue detenido por las autoridades ministeriales.
Frida Santamaría sostenía una relación con el joven empresario, dueño de un restaurante bar de Sahuayo, sin embargo, la violencia en el noviazgo es silenciosa. Casi imperceptible ante los ojos de otros, más cuando la víctima esconde y justifica las violencias que sufre, física, económica o psicológica.
De acuerdo con información revelada por Samantha, prima de Frida, tras la muerte de la joven se han desvelado verdades dolorosas.
"Antes de lo sucedido no estábamos al tanto. Hasta ahora se nos dijo que Frida tenía moretones y que la habían visto discutir con él -Juan Paulo-. Incluso, que al menos una ocasión intervinieron para decirle que no era manera de tratar a las mujeres", explicó.
Frida Santamaría era una joven de 24 años, alegre, dedicada a la risoterapia y también a que otros tuvieran buenos momentos, organizando fiestas y eventos particulares junto a la empresa de su padre.
Aquel 18 de junio, Frida Santamaría acudió al evento de una amiga, mismo que había organizado y del que era invitada. Pero también llegó Juan Paulo.
Frida y Juan Paulo se sentaron a la mesa, por última vez compartió el pan y la sal con sus amigos. Estuvo sentada a la derecha y ese día se le apagó la sonrisa para siempre.
"Ese día llovía muy fuerte, su pareja sentimental llega poco más tarde. Estaban alejados, pero finalmente se sentó a su lado. Los que estaban en la mesa dijeron que hubo reclamos y jalones, después un sonido, como la caída de una silla o un golpe. No como un disparo", así que nadie se alertó, explicó la prima de Frida.
Pero algo andaba mal. Frida comenzó a pedir auxilio, que la llevarán al hospital. No quería morir. Se aferraba a la vida, pero no había sangre, no sabían que pasaba.
A los pocos minutos de llegar al hospital, se confirmó la muerte de la joven de 24 años, provocado por un disparo.
De acuerdo con los peritajes, el arma utilizada fue disparada de una distancia tan corta, que al entrar en contacto la bala ardiente con el cuerpo tibio, se cauterizó la herida, la quemó y luego se fragmento la bala en el interior de su cuerpo, causando grandes estragos en su estómago.
Juan Paulo junto a otros familiares la llevaron al doctor en una camioneta particular, la dejo en el medico y se retiró, llevándose consigo sus pertenencias y también el celular de Frida. Por algunos días estuvo ausente, pero luego respondió el teléfono de Frida y después la fuga, por tres meses las autoridades lo buscaron.
Finalmente, el pasado lunes fue vinculado tras 15 horas de audiencia. El temor de la liberación persiste, ya que evidencia crucial podría haberse perdido. El arma, el celular de Frida y las prendas de vestir del acusado, supuestamente llenas de pólvora.