Llegaría a Michoacán brigada de búsqueda de personas desaparecidas
MORELIA, Mich., 12 de noviembre de 2021.- Tras múltiples intentos infructuosos, Michoacán podría recibir en 2022 la brigada nacional para la búsqueda de personas desaparecidas, a fin de, a lo largo del año, recorrer la entidad para localizar fosas clandestinas y recuperar restos humanos, con miras a su identificación y entrega a sus deudos.
Indalecio Pedrizco Pacheco enfrentó la desaparición de su hermano Enrique, en 2015, y a seis años de distancia, desde el colectivo Familiares en tu Búsqueda Michoacán, impulsa la labor y las gestiones para que se permita el ingreso de la brigada nacional a la entidad.
Al término de una reunión celebrada en Palacio de Gobierno, este viernes, que aglutinó a autoridades y familiares de personas desaparecidas, Indalecio Pedrizco refirió que ha comenzado un arduo y complejo trabajo para que los integrantes de la brigada, en coordinación con instancias y dependencias como las fiscalías General de la República (FGR) y General del Estado (FGE), la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), el gobierno de Michoacán, y otras, indaguen inmuebles y predios donde existen indicios que permiten suponer la existencia de restos humanos inhumados de manera clandestina.
“Estamos aquí, en respuesta al llamado de colectivos para pedir que la brigada nacional entre al estado, lo que a la fecha no ha podido ser porque no ha habido un acuerdo con las autoridades locales, ahora inicia un largo período para determinar el ingreso, la fecha en que lo haría y el itinerario que tendría”, reiteró Pedrizco Pacheco.
Y es que, más allá del dolor y de la incertidumbre por tener un familiar del que se ignora su paradero, Indalecio Pedrizco señaló la lucha con las instituciones que deberían apoyar a las familias de personas desaparecidas como uno de los factores que más dificultan las búsquedas.
“Llevo seis años buscando a Enrique, mi hermano, quien desapareció en Tumbiscatío, seis años en los que hemos luchado con las instituciones y pedido que asuman su responsabilidad, que hagan más acciones. La FGE ha cambiado mucho en ese tiempo, porque al inicio sólo recibí una patada en el trasero y ahora he tenido una acción más cercana”, expresó.
No es suficiente, ya que aún está a la espera de que las autoridades posibiliten la busca de Enrique Pedrizco en Tumbiscatío, sitio donde se tuvo noticia de su paradero por vez última, y donde no se ha efectuado una labor de localización, con el argumento de las condiciones de seguridad.
“Con varias compañeras hemos recorrido varios municipios, inclusive estados, hemos encontrado y entregado varios cuerpos, varias familias ya tienen un lugarcito donde llevar la flor o la vela, yo no, y no se ha abierto la puerta para buscar a mi hermano donde yo quiero, por la cuestión de la seguridad”, lamentó.
Cuestionado sobre la cantidad de personas registradas como desaparecidas en el estado, Pedrizco Pacheco mencionó que la FGE establece de tres mil 800 a tres mil 900, entre 2019 y 2021, con una media de cinco familias que cada día acuden a denunciar una desaparición, cinco personas que ya no aparecen, por día.
Así, calificó como un avance importante que se pueda plantear la posibilidad de que la brigada nacional incursione en Michoacán, aunque precisó que resta un largo camino para que este escenario se pueda concretar.
“La brigada nacional se instala cada año en un estado, para buscar fosas y restos humanos, acaba de estar en Morelos, con muy buenos resultados, y espero que en 2022 pueda entrar a Michoacán, porque desde 2019 queremos eso, pero no se pudo por la delincuencia que reinaba a diestra y siniestra, no digo que ahora no sea así, pero por lo menos está más tranquilo, ahora toca entrar a Michoacán a cavar y levantar tierra”, concluyó.
***Michoacán todo es una fosa clandestina***
“Michoacán entero es una fosa común”, afirmó Margarita López Pérez, madre de Yahaira Guadalupe, desaparecida y asesinada en 2011, en Oaxaca, y ahora diputada local por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM)
Aseguró que la administración estatal encabezada por Silvano Aureoles Conejo le negó la entrada a Michoacán para llevar a cabo la búsqueda de personas desaparecidas, pero desde el 1 de octubre, con el arribo de Alfredo Ramírez Bedolla, las cosas han cambiado.
“Se me prohibió la entrada a Michoacán, Silvano lo prohibió, inclusive me colocaron algunas mantas, pero ya se me permite y llevamos tres búsquedas, de las que hemos recuperado muchos cuerpos, miles de fragmentos… hace un mes, en un lugar cerca de Morelia, encontramos un campo de exterminio, donde quemaron a las personas, de donde sacamos 18 cuerpos y mil 900 fragmentos, y esa cantidad no es ni el 20 por ciento de lo que se quedó resguardado para nosotros regresar este lunes a seguir cavando”, detalló.
Reconoció que ahora existe la disponibilidad de las nuevas autoridades locales para que los colectivos busquen a sus desaparecidos, porque “la necesidad de las madres es imperiosa, ellas están dispuestas a ir a los penales, meterse a la sierra, he visto el llanto de una madre que ha ubicado una casa de seguridad, y le pido que no se arriesgue, porque ahora tenemos el apoyo del gobernador, de la SSP, para hacer este trabajo, que debería hacer la autoridad”.
Nunca ha sido fácil cavar la tierra para arrancar de ella a las personas que se ama, pero en Michoacán esta labor es aún más dura por la presencia de muchos grupos del crimen organizado, lo que hace de la busca una acción de alto riesgo y que exige la participación de las instancias y dependencias públicas.
Pero, ¿cuántas personas están reportadas como desaparecidas en Michoacán?
“Nunca ha habido una cifra, con el expresidente de México Felipe Calderón siempre se manejaron 22 mil desaparecidos en el país y no subía de ahí, llegó y se fue Enrique Peña, y la cifra seguía estable, como también seguían desapareciendo nuestros hijos. Para Michoacán tampoco hay una cifra exacta, yo llevé de aquí a 400 familias a denunciar la desaparición, personas que vienen de Apatzingán, Uruapan, Morelia, Aguililla, Pátzcuaro, Tepalcatepec, muchos municipios, familias con las que vamos a levantar las piedras, porque Michoacán entero es una fosa común”, explicó López Pérez.
Lamentablemente, la búsqueda de desaparecidos es apenas una parte del proceso: una vez que se recuperan los cuerpos o los fragmentos óseos, la urgencia es identificarlos de forma certera, para dar respuestas a las familias.
“Recuperamos en su mayor parte cuerpos de hombres, pero también de mujeres, y estamos viendo la posibilidad de ayudar a la FGE para saber si tienen el personal y los reactivos para identificar los cuerpos, ver con quiénes concuerdan, porque todos ellos tienen nombre y apellido, porque las familias se exponen para sacarlos de una fosa clandestina, como para que vayan a una fosa común”, refirió.
***Buscar a un desaparecido, un infierno***
Adriana Martínez Rojas es originaria de Valle de Chalco, en Estado de México, pero ahora recorre Michoacán y Jalisco en busca de Uriel,su hijo, desaparecido con dos amigos suyos en febrero de este año, en algún punto entre La Barca y Sahuayo.
Relató que el 7 de febrero tuvo comunicación con Uriel, quien vendía pizzas y es padre de dos hijos, uno de ellos en ese momento aún por nacer, y el 8 de febrero un conocido tuvo una conversación telefónica con el joven, donde expresó que fueron detenidos por policías en Sahuayo, pero en alrededor de 20 minutos estarían en La Barca. Hasta el momento, no se ha sabido más de ellos, como tampoco de las motocicletas en las que viajaban.
Adriana Martínez trató de denunciar el hecho en Sahuayo, pero debido a que la autoridad consideró que tuvo lugar en La Barca, debió acudir a Guadalajara, y ahora busca también la carpeta de investigación sobre el caso de su hijo y sus dos compañeros.
Ahora está a la espera del ingreso de colectivos para buscar a Uriel, a sus dos compañeros y a otras muchas personas desaparecidas en Michoacán, y está a la espera de la localización de la carpeta de investigación.
“No sé cómo le haga yo, pero voy a seguir buscando a mi hijo, esto es lo peor, porque nunca pensé que la gente desapareciera así como así… nunca imaginé vivir este infierno, pasar por todo esto, yo veía en las noticias y preguntaba cómo puede desaparecer l gente, pues así desaparece, se las traga la tierra”, dijo.
De ocupación comerciante, Martínez Rojas ha dejado trabajo, una hija, nietos y una madre para buscar a Uriel, con el poco o mucho apoyo financiero de su familia y un único deseo: encontrar a su hijo y regresar con él a casa.
“No busco un culpable, sólo quiero que me regresen a mi hijo, para poder volver a casa con él, nada más quiero que me lo regresen, él tiene dos hijos, su esposa acaba de tener al segundo, que él no conoce”, refirió.
***Activación de mecanismos de búsqueda de desaparecidos hace de Michoacán un estado seguro***
Al término de la reunión sostenida en Palacio de Gobierno con familiares de personas desaparecidas, Bárbara Ramírez, directora de la Unidad de Derechos Humanos del gobierno de la entidad, aseveró que, pese a los relatos de cómo individuos que arribaron ad a trabajar o debieron transitar por esta zona del país desaparecieron, Michoacán “es un estado seguro”.
“El problema de la inseguridad es de todo el país, y Michoacán no es inseguro para circular, es seguro para transitar y se está trabajando en la seguridad… lo es porque todos los mecanismos de búsqueda arrojan que se encuentra a las personas también en lo inmediato, se establecen todas las conexiones, y muchas veces se encuentra a las personas vivas”, refirió Bárbara Ramírez.
Insistió en que no se dispone de cifras de personas desaparecidas, ya que “todos los días hay desaparecidos y todos los días se hace la búsqueda”.
Asimismo, declinó especificar la proporción de personas reportadas desaparecidas que son localizadas vivas, encontradas muertas o cuyo paradero permanece desconocido.
“En México hay 87 mil personas desaparecidas y la cantidad va en aumento… pero depende, hay muchas cifras, varían mucho, hay personas que se encuentran al año, a la semana, a los seis meses, hay diferentes situaciones”, indicó.
Aunque se estima que en una parte de los casos de desaparición de personas está involucrado el crimen organizado, la titular de la Unidad de Derechos Humanos reconoció no saber este dato para el caso del estado.
“Tendría que haber un porcentaje, pero varía mucho, no te podría dar un porcentaje, la desaparición de personas tiene muchos matices”.
Explicó que desde la administración de la entidad hay la voluntad de atender estos casos, para lo cual “acordamos trabajar con ellos y caminar con los familiares que están buscando a sus desaparecidos y ser el puente para consolidar los procesos de búsqueda, vamos a seguir trabajando, ahora atendimos a un colectivo, y seguramente atenderemos más”, reiteró.
Cuestionada sobre la oferta del estado ante los casos de desaparición de personas, Bárbara Ramírez aseveró que “la garantía es que se está trabajando y atendiendo a las familias, en cuestión de escuchar sus casos, ésa es la garantía, escucharlos y trabajar en pro de la búsqueda, y el acompañamiento… pues con todos los mecanismos de las instituciones”.