Exesposo de Del Toro se declara inocente; “soy una buena persona”
MORELIA, Mich., 13 de diciembre de 2021.- "Fueron 15 años de matrimonio de los que nacieron dos hijos; una “relación muy hermosa” donde nunca hubo violencia, malos tratos o problemas", afirmó Martín N., imputado por el presunto feminicidio de María Guadalupe del Toro Morales, asesinada en diciembre de 2019 en Morelia.
Tras finalmente presentar su declaración, “libre, sin preguntas de la Fiscalía (General del Estado) o de mi defensa”, Martín N. negó haber incurrido en alguna forma de violencia en contra de Del Toro Morales durante la vigencia de su relación de pareja, al término de la misma o que derivara en su presunto feminicidio.
Ante Fernando Hernández Hernández, juez de control, el imputado se presentó para asegurar que no tuvo participación en la muerte, calificada como cruel, degradante e inhumana por la FGE, y tampoco llevó a cabo las acciones de agresión feminicida expuestas a lo largo del proceso.
Insistió en que, a diferencia de lo indicado por los testigos de la FGE, María Guadalupe del Toro tenía plena libertad para atender un negocio propio en casa, continuar su formación académica y acudir a clases de zumba, además que, una vez separados, ella conservó las llaves del domicilio donde Martín N. y sus hijos habitaban, sitio al que podía ingresar a voluntad.
“Manteníamos una bonita comunicación, ella tenía las llaves de mi casa, yo le prestaba mi camioneta, nos iba a visitar, a darle de comer a mi hijo más pequeño cuando sus actividades se lo permitían... no se por qué se han dicho tantas mentiras”, expuso.
Declaró que no conoció a Ernesto R., quien habría sido encargado de desechar la motoneta de Del Toro Morales, y afirmó que no tenía más que contacto incidental con su hermano, Juan N., quien habría dado la motoneta citada a Ernesto R. y proporcionó la ubicación de los restos de María Guadalupe del Toro.
Manifestó que muchos de los testigos que lo señalaron de cometer violencia en contra de su entonces pareja “no conocían a mi esposa ni a mi familia, yo los había visto en la calle, unas veces”, además que no hubo testigos que hablaran a su favor.
“Solo mis dos hijos saben si en la casa hubo violencia. Y yo he decidido declarar ahora porque quiero que sepan que yo no maté a su mamá, quiero que mis hijos se enteren que eso nunca existió”, reiteró.
Respecto de su petición de un procedimiento abreviado, aseguró que respondió no a una admisión de culpabilidad, sino para evitar desgaste para sus hijos y su familia.
“¿Qué más puedo decir, señor juez? A grandes rasgos, yo no soy una mala persona. Espero que las organizaciones feministas no influyan en la decisión, quiero que se me juzgue conforme a derecho”, concluyó Martín N.
FGE y defensa de Martín N. presentaron alegatos de clausura
Durante la exposición de los alegatos de clausura, la FGE hizo hincapié en la acreditación del delito de feminicidio en contra de María Guadalupe del Toro, por la existencia de violencia previa a su muerte, pero también por la forma cruel, degradante e inhumana con que le arrebataron la vida, mediante 11 lesiones (una ocasionada por la fauna carroñera) y por asfixia mecánica por estrangulamiento.
Aseveró que “los celos de Martín N. por la actitud alegre y llena de vida de la víctima” propiciaron un posible encono en su contra, que se materializó en un presunto feminicidio tras iniciar ella una relación con una nueva pareja.
Señaló que el cuerpo de María Guadalupe del Toro fue encontrado desnudo de la cintura hacia abajo, envuelto en bolsas para basura y cinta, sepultado en un predio aledaño a un canal de aguas negras, en la colonia La Aldea.
Esto, luego de que Juan N. indicara a la familia de Del Toro Morales la ubicación de los restos de la víctima.
La FGE agregó que en la revisión de la evidencia recolectada se encontró una mancha color café en la camioneta Ford de Martín N., que resultó ser sangre de María Guadalupe del Toro.
Aunque se desconoce el sitio donde se habría producido el asesinato de Del Toro Morales, se determinó la localización de su teléfono móvil en las inmediaciones de su trabajo, poco antes de las 12 horas del 23 de diciembre de 2019, y luego en la cercanía del domicilio de Martín N., con quien, de acuerdo con testigos, se reuniría para entregar un regalo para su hijo menor.
Consideró que la declaración del imputado es aislada, ya que no concuerda con los señalamientos de los testigos del caso, 12 testigos y 37 testimonios y peritajes, que refieren la violencia física, psicológica, económica y patrimonial a la que estaba sujeta la víctima y que se exacerbó al grado del feminicidio cuando comenzó una relación con otra persona.
Por tanto, solicitó al juez de control la emisión de un fallo condenatorio para Martín N.
Por su parte, la defensa de Martín N. expuso presuntas fallas al debido proceso por la supuesta coacción sobre Ernesto R., que se denotó en su nerviosismo al declarar, así como por la presentación del testimonio del médico forense a través de una videollamada, donde se observó que a veces su mirada era fija y, a veces, no era normal, “como si estuviera leyendo algo”.
Desestimó las acusaciones de violencia al aseverar que Del Toro Morales contaba con llaves el domicilio de Martín N., según dicho del hijo menor de edad de ambos, y el testimonio de Juan N., por no disponer de abogado al momento de hacer su declaración.
“No se acredita el tipo penal, menos las acusaciones”, resumió la defensa de Martín N.
Aseguró que no se puede condenar a una persona sobre la exposición de pruebas periféricas y pidió el fallo de absolución.
La audiencia, que comenzó a las 9:07 horas de este lunes, 13 de diciembre, fue declarada en receso a las 10:30 horas tras la exposición de Martín N. y los alegatos de clausura de la defensa y la FGE, a fin de permitir al juzgador emitir su fallo, una vez que se reanude la sesión, a las 13:30 horas.