En enero, Michoacán registró 10 homicidios con tintes de desaparición
MORELIA, Mich., 7 de febrero de 2023.- Todavía no hay un corte final del número de fosas clandestinas, entierros o semientierros ocurridos en el mes de enero, sin embargo, ya se han contabilizado 10 víctimas de homicidio doloso con aparentes tintes de desaparición.
Son los casos de Zitácuaro, Puruándiro, y la comunidad de Caltzontzin, en Uruapan, donde la mayoría de las víctimas no se han identificado por causales como el estado del cuerpo, ya que en algunos casos solo se hallaron algunos huesos, de acuerdo con información oficial de la Fiscalía General del Estado.
Hasta ahora, solo cuatro de las 10 víctimas se han logrado identificar y podido ser entregadas con sus familias.
En Michoacán se ha tornado en un problema grave. El año pasado la entidad cerró en el décimo primer puesto de todo el país con mayor número de caso de personas desaparecidas y no localizadas, así como cuatro mil 804 reportadas.
El grueso de las víctimas es de hombres, con tres mil 583 reportes, seguido de 800 mujeres y cinco no determinadas.
Cuestionado sobre el móvil detrás de las desapariciones, el fiscal General, Adrián López Solís, rechazó de forma contundente hablar sobre el tema, ya que “existe el riesgo de revictimización”, particularmente porque se les vincula con actividades ilícitas.
Los efectos de la desaparición son amplios y muy diversos, no solo afecta en lo emocional a la familia, sino en los aspectos económico, laboral, el desarrollo de la personalidad; en el caso de los huérfanos, a la comunidad y en general al Estado mexicano.
A raíz del recrudecimiento de los casos, o al menos de su publicidad y movimientos sociales, el Gobierno Mexicano ha tenido que invertir para crear nuevas leyes y de estas emanaron reglamentos, comisiones ejecutivas de atención a víctimas con presupuesto propio, así como direcciones nuevas en instituciones como la Secretaría de Gobernación y sus homólogas de los Estados.
Las fiscalías a su vez se vieron obligadas a capacitar a personal especializado en búsqueda, arqueólogos, antropólogos forenses y compra de equipo tecnológico para identificación de terrenos y cadáveres. Lo mismo que las comisiones defensoras de derechos humanos.
No obstante, todos los esfuerzos invertidos, el fenómeno persiste, porque el problema no es solo buscar en un país tan diverso y solo en el medio rural, sino que no se ha logrado detener la violencia.