Dos años sin Nilda Rosario y con una sentencia controversial
MORELIA, Mich., 18 de marzo de 2022.- La sentencia pública en el caso de desaparición de la estudiante nicolaíta Nilda Rosario revela que el móvil del crimen fueron los celos y el machismo de un hombre temeroso que no aceptó que su relación había llegado a su fin; Nilda Rosario sufrió violencia de género, sin embargo, ante la ausencia de un cuerpo solo quedó imputar la desaparición cometida por particulares, y para dar con ella y devolverla a casa, el procedimiento abreviado.
“Ya te dije, tú no puedes dejarme, nunca, nunca, ¿cómo quieres que te lo haga entender?”, declaró el ahora sentenciado, ex pareja sentimental de la víctima.
A lo anterior, señala la sentencia de la causa penal 396/2019, la víctima respondió que ya no quería continuar con la relación, que la dejara ir, sin embargo, el sentenciado contestó: “ya te dije de aquí no te vas hasta que no me jures que nunca me vas a dejar”.
Lo siguiente que aconteció fueron golpes y enseguida la muerte de la joven, cuyo cuerpo fue sacado de la ciudad dentro de una maleta y localizado muchos meses después, con ayuda del acusado, quien aceptó entregar el cuerpo a cambio de un juicio abreviado por desaparición cometida por particulares.
Los antecedentes y los testimonios de los ex compañeros de la víctima dejaron en claro que había una relación malsana.
Nicolás N., identidad del sentenciado, mantenía dependencia emocional de Nilda Rosario y quería el control sobre su persona, hecho que lo llevó a desquiciarse y privarla de la vida, argumentos suficientes para presumir feminicidio, pero entonces ¿qué pasó?
Pese a los testimonios y los resultados de las investigaciones, los fiscales no lograron dar con el cuerpo de la ex estudiante de veterinaria.
Nicolás N. no proporcionaba ninguna información sobre su paradero, por lo que al no haber cuerpo, no podían imputar feminicidio, tal y como lo marca la ley en materia de desaparición cometida por particulares.
Aunado a lo anterior, el tiempo de investigación regular y la complementaria, etapa en la que se puede reclasificar el delito, de desaparición cometida por particulares y lograr una sentencia mayor, también estaba feneciendo.
El delito podía cambiarse ahora solo en el juicio oral, en los alegatos finales. Pero el problema persistía ¿dónde estaba Nilda Rosario?
La negociación, aceptación del hecho y ubicación de la estudiante de veterinaria…
Poco antes de fenecer el tiempo admitido por el juez, Nicolás N. ofreció información relevante a cambio del juicio abreviado por el delito que se le imputó, logrando así acceder a solo 15 años de sentencia, en lugar de la totalidad de años que puede ser hasta el doble, según el Artículo 32 de la Ley General de Desaparición Forzada Cometida por Particulares.
También acorralados por las colectivas, la familia y la opinión pública, además de la falta de un cuerpo, el Ministerio Público aceptó, de acuerdo a fuentes cercanas a las investigaciones, siendo que se dio con la joven.
Nicolás N. pidió prestada una maleta a un compañero de la casa de estudiante del que era residente, introdujo a la joven, la trasladó hasta la central de autobuses y la metió en la cajuela del camión.
Nilda Rosario llegó hasta una casa del municipio de Ajuchitlán, y por sepultura tuvo una esquina en una choza. El acusado apenas cavó un metro y ahí depositó el cuerpo. Encima puso basura, un costal y luego un colchón, únicos testigos y guardianes del cuerpo.
Los resultados de aquella sentencia aún hoy generan controversia.
Este jueves, el Palacio Legislativo Local y las Tarascas lucieron distintos: les colgaron unas lonas recordando el reclamo de la familia y social por lo que consideran una injusticia, y exigen la máxima condena y no 15 años.
Versión pública de la audiencia: http://www.poderjudicialmichoacan.gob.mx/web/recursos/mostrar.ashx?p=8HPC8l8LNLWDS9j/h4NIQ3g/GNs3Xk1j8rAJiaCRGDXcOmGGDClzlhxuNzVBcZMbOArlhldOqigrGo6fm8L71w==&t=499702%20title=