Despide a empleado, sufre atentado y muere su hijo; buscan a sospechoso
MORELIA, Mich., 29 de agosto de 2024.- La empresaria Issis Nínive Ortiz Cortés nunca imaginó que su decisión de incursionar en la seguridad privada en Lázaro Cárdenas la llevaría a ser víctima de violencia de género, que derivó en una tentativa de feminicidio a la que sobrevivió, pero en la que murió su hijo Alexander, de 16 años.
Ortiz Cortés afirmó que no era su hijo Alexander, sino ella, el objetivo del ataque armado que tuvo lugar la noche del 5 de junio de 2023.
De los siete balazos realizados por los agresores, dos se alojaron en la cabeza y uno más en el hombro del adolescente.
“Hasta aquí llegaste, te manda a saludar tu amigo Villalón”, gritaron los dos agresores durante su huida, a bordo de una motocicleta.
El ataque armado habría coronado una serie de actos de violencia de género por parte de Jorge Luis Villalón Torres, alias Marino, quien un año atrás amenazó a Ortiz Cortés tras ser despedido de la empresa de custodia que buscaba conformar, y de la que el presunto homicida buscaba ser accionista, sin que se le hubiera ofrecido tal cosa.
“Yo no tengo enemigos. Radico desde hace 30 años en Lázaro Cárdenas y me dedico al transporte de carga federal. Quise iniciar en la custodia de contenedores y para eso fue contratada esta persona, para que me ayudara a armar equipos de militares retirados para iniciar con el proyecto”, explicó en la rueda de prensa en la que dio a conocer que añadía medio millón de pesos a la recompensa por 100 mil pesos emitida por la Fiscalía General del Estado (FGE).
Y es que tras más de un año de investigaciones, la Fiscalía emitió el 16 de julio el acuerdo 21/2024, con el que se difundió la ficha de búsqueda de Marino, también conocido como El Ancla o El Capi, presunto homicida de Alexander, quien hasta entonces se habría escondido en Surcua, Guerrero, pero tras la difusión de la ficha, han tenido reportes de haberlo visto en Tulum, San Luis Potosí, y en Uruapan.
Ortiz Cortés calificó a Villalón Torres como una persona altamente peligrosa, y detalló que lo despidió tras descubrir que la estaba robando y haciendo mal uso de su empresa. Aseguró que no es un militar retirado, como se presenta, sino de un desertor.
“Lo despedí y me amenazó. Pensé que su amenaza no iba en serio, o que iba a quitarme al cliente o algo así, pero nunca pensé que su amenaza la iba a ejecutar un año después, mandándome matar”, expuso. “Era un niño de prepa Alexander, que estudiaba, que trabajaba, no tenía que haber muerto”, añadió.
La hostilidad de Marino comenzó con respuestas groseras a peticiones sobre rendición de cuentas por parte de Ortiz Cortés, cuando esta descubrió movimientos poco éticos por parte del presunto homicida, quien pretendía una participación a nivel de socio en un trabajo en el que fue llamado como un empleado.
“Mira, hija de la gran verga, a mí no me estés amenazando. ¡Dime si vas a ir o no vas a ir, nada más, si no cancelo la pinche práctica con los muchachos, hago el relevo, los dejo y me vengo y ya” (sic), se escucha en un audio de WhatsApp que recibió Ortiz Cortés por parte de Marino.
“Necesito que me digas ahorita y me confirmes si vas a seguir adelante con esta madre de aquí, si no, ni para encargar el material, ni para envergarme yo tampoco, ¿sí? Por favor. Porque no se vale que unos se estén chingando la madre y otros vayan a arreglarse, a hacer sus pinches mamadas allá para andar bien fitness a la verga, eh, y uno chingándole acá” (sic), se escucha en otro audio.
Pese a la actitud de Villalón Torres, la empresaria le dio un año de sueldo al despedirlo, pero aun así este la amenazó: “te vas a arrepentir, a mí nadie me salta”, le dijo la última vez que la vio, mientras colocaba una pistola sobre el escritorio.
La espiral de violencia por parte de Marino hacia Ortiz Cortés comenzó con agresiones verbales, pero fue creciendo. Después, la mujer sufrió un intento de feminicidio que no logró su objetivo.
De acuerdo con videos de cámaras de seguridad obtenidos por la Fiscalía, la mujer fue vigilada durante meses por un hermano de Jorge Luis y otro cómplice.
El 17 de septiembre de 2023, dos sujetos, al parecer los mismos que la balearon meses más tarde, hicieron estallar la camioneta de un vecino que estaba al exterior de su domicilio, pues al parecer la confundieron con la suya, que es de modelo parecido.
“Esa persona es un hombre que no puede aguantar que una mujer sea mejor que él. Dice que estuvo dizque en la Marina y en el Ejército, pero tuvo que renunciar para no ser procesado cuando la Marina tomó control de los puertos. Incluso el capitán de puerto me dijo que contratar a esa persona era como meter a un violador a la casa”, añadió.
Finalmente, indicó que Marino estuvo trabajando a principios de 2024 como entrenador de gimnasio en Las Américas y Altozano, en Morelia, por lo que pidió a estos establecimientos tener cuidado de no contratar al presunto homicida y de dar parte a la Fiscalía si lo ven.
A continuación, una galería con las señas particulares del sospechoso: