Abusos sexuales suceden en casa y son cometidos por parientes: FGE

MORELIA, Mich., 8 de agosto de 2023.- Los agresores sexuales de adolescentes y menores de edad suelen ser personas con buena aceptación y confianza en su círculo social y algunos hasta aparentan ser buenos padres, pero detrás de esa imagen hay adultos rotos, y no, no están en la calle, no son desconocidos, están en casa con nuestros hijos.
Los delitos que atentan contra la libertad sexual son de los más recurrentes en Michoacán, abuso sexual acumula en el periodo enero-julio, 351 carpetas de investigación; abuso y hostigamiento sexual 123; y, violación y violación en grado de tentativa, 345.
En su conjunto, estos delitos, reportan en el periodo ya referido 994 víctimas, de las cuales 875 son mujeres.
Sin embargo, es el abuso sexual de menores el que más daño causa, porque a edades tan tempranas pueden generar estragos en el desarrollo de la personalidad, en la forma de interpretar el mundo, las relaciones humanas y su vida sexual.
¿Pero, dónde pasa y cuándo sucede, cómo cuidar a las mujeres y niños menores-las víctimas más recurrentes-?
En entrevista exclusiva con la fiscal de Violencia Familiar y de Género, Ireri Moreno Cruz, explicó a detalle, con base a la información recabada de forma específica para Michoacán como es que sucede el abuso sexual.
Y, fue muy clara: no pasa en la calle, pasa en el hogar, sucede en las habitaciones de las víctimas y siempre, o casi siempre, de noche.
“Podría pensarse que no pasa en la casa, pero así es, sucede en el hogar; en la habitación; el dato recabado de las carpetas de investigación es que el principal violentador es el padrastro, papá, abuelastro, primo o hermano”, es decir, personas del círculo cercano que tenían la obligación de cuidar, a quienes las víctimas les tenían lealtad, confianza, respeto y cariño las atacan.
El agresor suele comportarse como una persona con buena conexión con los menores; amorosos, serviciales y preocupados por el niño, niña o adolescente; son los padres o tíos consentidores, que como un zorro que acecha a la presa, va ganando terreno, de repente, los abrazos son más y más intensos; rozamientos en los pechos, glúteos o genitales. Aparentes accidentes.
La ideación del abuso sigue creciendo en la mente del agresor sexual y al lograrlo, puede prolongarse por meses o años, porque es un delito continuado. No es algo que solo pasa una vez.
“Los delitos de carácter sexual, son delitos continuados, que lo ejercen a través del tiempo, que ocurren en reiteradas ocasiones”, declaró la fiscal especializada, agresiones que pueden ir escalando en el grado de violencia; tocamientos, introducción de dedos u objetos en vagina y recto y la violación.
¿Pero, qué sucede con el abusador sexual, por qué logra evadir las denuncias de las víctimas?
La personalidad del agresor es fuerte; frente a otros adultos, el abusador goza de buena imagen y confianza. Es difícil que otros pongan en entredicho su integridad, le cae bien a las personas y es astuto, dominante frente a la víctima.
Pero detrás de esa imagen también hay una víctima; personas que también experimentaron abusos sexuales y no recibieron terapia, algunos desarrollaron trastornos de personalidad y filias o parafilias que afectaron su interpretación de las relaciones sociales.
Sin embargo, repiten este patrón, dañan a otros, especialmente menores, sin importar el género.