Celebran Palomas Mensajeras Noche de Muertos en California
CALIFORNIA, EU., 3 de noviembre de 2019.- Entre pirekuas, altares de Muertos estilo purépecha, y platillos elaborados por cocineras tradicionales, fueron recibidas en San Bernadino, California, 19 integrantes del programa sello del Gobierno de Silvano Aureoles Conejo, Palomas Mensajeras, procedentes de la comunidad indígena de Catzontzin, municipio de Uruapan.
Indica un comunicado que con huanengos y camisas bordadas en punto de cruz, al más puro estilo de la Meseta Purépecha de Michoacán, estas madres y padres de familia salieron de su comunidad de origen para abordar el avión que los llevó a Estados Unidos, para reencontrarse con sus familiares a los que no habían visto en décadas.
Acompañados por el titular de la Secretaría del Migrante, José Luís Gutiérrez Pérez, arribaron a California, donde ya los esperaban sus hijas, hijos, nueras, yernos, nietas, neitos, bisnietas y bisnietos, quienes en forma de reconocimiento a sus raíces, también vestían ropa tradicional purépecha.
Como si se tratara de un festejo realizado en alguna comunidad de la Meseta michoacana, allá en San Bernardino, fueron montados decenas de altares elaborados con flores de Cempasúchil, papel picado, sal, agua y diversos elementos apegados a la tradición indígena, además de la comida que más les gustaba a los difuntos.
Uruapan, Pátzcuaro, Zitácuaro y diversos municipios más, fueron representados en estos altares que fueron montados en honor a los Muertos, pero más que nada, para recibir a las Palomas Mensajeras que vencieron sus miedos para abordar un avión y viajar cientos de kilómetros para volver a abrazarlos.
Para Rosa María de las Nieves Gallegos, éste fue un día muy especial, porque después de 15 años de no ver a sus dos hijos, se reencontraron en un evento que permitió celebrar por primera vez en honor de su padre, al que no conocieron porque murió cuando uno de ellos estaba en el vientre y el otro tenía apenas un año de nacido, hace ya más de 30 años.
“Me siento muy tensa, invadida por las emociones, esta es la primera vez que me separo de mi hijo que tiene 30 años, que no habla ni camina, para ir a verlos a ellos, les voy a decir muchas cosas que no les dije por ocuparme de su hermano, los abandoné prácticamente, por cuidarlo a él, ellos se me salían a la calle y nunca les podía poner atención por atender al otro, incluso ellos me decían, mamá pues nos hubieras regalado mejor, ellos no conocieron a su papá, pero ahora voy a estar con ellos para recuperar el tiempo perdido y celebrara a su padre en este día especial”, señala mientras se toca el pecho con lágrimas en los ojos.
La celebración de Noche de Muertos en California, se realizó con el apoyo y coordinación de los integrantes del Club Combutzio, como una forma de preservar y mantener arraigadas las raíces entre los migrantes y sus familias que por diversas razones no pueden viajar a México a celebrar estas tradiciones.