El exquisito bordado de las mujeres de Charapan
URUAPAN, Mich., 21 de abril de 2019.- San Felipe de los Herreros es más conocido por los deshilados con exquisitos bordados en prendas de algodón blanco que por la herrería, además de que las mujeres están cambiando la idiosincrasia de esa comunidad del municipio de Charapan donde son las principales proveedoras.
Las abuelas, las madres, las hijas, todas saben deshilar y bordar flores, aves o estrellas que, dependiendo de la puntada fina, mediana o grande, tienen precios que oscilan entre los 2 mil 500 pesos hasta los 35 mil que puede llegar a costar un vestido de novia de tres olanes, en venta directa, porque en la Casa de las Artesanías del Gobierno del Estado cuestan el doble y hasta el triple con otro tipo de intermediarios.
Sin embargo, no es fácil vender las blusas, camisas, guayaberas, blusones o vestidos porque son pocos los escaparates que tienen, pero uno de ellos es el Tianguis Artesanal que se realiza en esta ciudad desde tiempos ancestrales.
Son 15 días los que dura el tianguis y grandes son las penurias de las mujeres que vienen de San Felipe, porque esos días duermen sobre el piso, pagan mil 500 pesos por el uso de suelo y no en la plaza principal, sino en alguna de las calles aledañas, además de la energía eléctrica y el uso de los sanitarios.
Este año al menos no han sufrido por los alimentos porque el ayuntamiento y el Gobierno del estado les han llevado comida como parte de los apoyos que se les brindan; inclusive la diputada por el distrito Uruapan Sur, Brenda Fraga, les ha llevado víveres, como presume en su cuenta de Facebook, pero las mujeres aclaran que es de parte de Andrés Manuel López Obrador.
Las mujeres no se quejan, les da gusto poder llevar dinero a su casa y a su comunidad, donde se quedan los hombres que, a veces, vienen a hacerles compañía y a apoyarlas, pero no porque sean celosos, sino porque saben que ellas vienen a trabajar.
Ellos se quedan en la comunidad y han aprendido a ser autosuficientes; "hasta cocinan", cuentan divertidas, mientras hurgan en los teléfonos celulares para mostrar a los curiosos las fotografías de los modelos que elaboran solo bajo pedido, como los de novia, porque ya son pocas las mujeres que los usan con todo y que se pueden utilizar en otras ocasiones, no como los comerciales que solo se usan una vez en la vida, aclaran.
Lo que les falta, aventura la ex diputada Socorro Quintana, es un poco de diseño para darle valor agregado a ese exquisito trabajo de las mujeres de San Felipe y, le sobra razón, ahí mismo en el centro de Uruapan, en la Fábrica de San Pedro, está la prueba.
Es un elegante vestido largo que deja lucir cuello y hombros, recto, no entallado, pero tampoco holgado cuya distinción es el deshilado y bordado en los holanes de las mangas y el final del vestido en algodón blanco, cuya esencia es la tradición que genera identidad y arraigo.