Urge aumento a alimentación de 344 niños de internado Melchor Ocampo
PÁTZCUARO, Mich., 8 de junio de 2022.- El internado número 3 Melchor Ocampo espera que los gobiernos federal, estatal y municipal atiendan necesidades del plantel, como la “construcción de la barda perimetral, la edificación de auditorio deportivo y salón de usos múltiples, además de dotación de herramientas para talleres, por gobierno estatal; pero sobre todo, espera incremento al presupuesto federal de alimentación, pues los 11 pesos por comida son insuficientes, “cuando una pieza de pan cuesta seis pesos”, señala su director, Aleksei Tentory Vargas.
Fundado en 1935 por el entonces presidente de la República, General Lázaro Cárdenas del Río, el internado fue una expresión de su política social, con el objetivo de albergar a 360 alumnos de educación primaria, especialmente de los sectores sociales mayormente marginados, por lo que pronto acogió a niños indígenas ribereños, hijos de artesanos, pescadores, campesinos y otros que vieron en el plantel la posibilidad de un futuro promisorio.
En entrevista con Quadratín, su actual director no duda en señalar los pendientes: barda perimetral, auditorio deportivo, salón de usos múltiples, equipamiento de talleres; además de calzado, uniformes, sudaderas… pero insiste, “lo más importante, el aumento para alimentación”.
Y es que los 11 pesos por alimento-niño es muy poco, señala, ya que lo ideal sería el triple, aunque con el doble estaría bien, pues “una pieza de pan cuesta seis pesos”, y aunque lo han planteado, lo que les contestan es que no hay recursos. No obstante, dice que la alimentación es “muy buena, basada en un nutriólogo que tenemos aquí. Hemos cuidado que por lo menos tres veces a la semana coman carne”.
Otra urgencia es la construcción de la barda perimetral, de mil 300 metros lineales, pues “no se puede estar seguros nomás con la cerca de alambre, porque por la noche es muy riesgoso con tanto niño aquí”, considerando que no tienen velador. Asegura que algunas veces “hemos tenido el riesgo de que nos cortan la malla ciclónica, y eso es un riesgo muy grande para los niños”, y es que esa zona del pueblo mágico, “después de las 19 horas queda sola y se presta para cosas no muy favorables”.
El tramo perimetral es el que corresponde a la avenida Las Garzas, por un lado, y a la carretera Pátzcuaro-Morelia, por otro. Por eso, mantiene la esperanza de que el edil Julio Arreola cumpla su promesa, pues “él se comprometió con la barda, es un compromiso que hizo público aquí, en un evento, ya siendo presidente. Nos dijo: yo le entro con la barda perimetral…”, pero hasta ahorita no hay nada y lo siguen esperando.
El auditorio deportivo se haría en la fracción de terreno donde está una vieja alberca y otra vetusta estructura, donde se podrían instalar alberca y canchas de basquetbol y voleibol, pues los niños que mantienen un promedio por encima de la media en el sector, lo merecen. En breve presentarán también el proyecto para un salón de usos múltiples, para conferencias y eventos especiales, tanto para alumnos, padres de familia y público en general.
Desde sus inicios, el internado ha contado con talleres de diversos oficios a los que están obligados a acudir los alumnos. Sin embargo, es necesario dotarlos de herramienta y equipo actualizado, ya que lo que tienen es de muchos años, con piezas incluso descontinuadas para carpintería, herrería, electricidad, corte y confección y otros.
Buen aprovechamiento y buena disciplina
La comunidad estudiantil se compone de 344 alumnos, “la pandemia no nos quitó, sino que nos aumentó” alumnado, dice el directivo, con cuatro años de estar al frente.
Del total, 64 por ciento son hombres y 36 por ciento mujeres, y provienen de 11 municipios, incluidos Morelia, Uruapan, Tacámbaro, Cherán y otros. Del total, “más de 80 por ciento” es de familias de escasos recursos, mientras que más del 20 por ciento proviene de familias disfuncionales.
Para la atención de esta comunidad, el internado cuenta con 77 trabajadores, “que son insuficientes”, incluidos, psicólogo, dentista y “un doctor por turno”. Las áreas de trabajo son cocina, sanitarios, jardines, ropería, lavandería, agricultura, talleres, intendencia y administración.
Se mantiene un régimen estricto, “pero siempre respetando al niño”, e incluyendo tres tiempos libres, de media hora, distribuidos en el día y alternados con clases, talleres, estudio, comedor y dormitorio, en el que todos, en silencio, deben estar a las 20 horas.
Se trata de un régimen interno heredado desde los tiempos de su fundación, como lo narra Francisco Melchor Vélez en su crónica con la que rememora la disciplina militar con la que, con cierto humor, recuerda que alumnos y maestros teníamos 10 en puntualidad y asistencia durante los… 200 días del ciclo escolar, dado el mecanismo que operaba como reloj desde las 5 horas en que escuchaban entonces la corneta para el despertar diario.
El director informa que están invitando a profesionistas universitarios, a bomberos y policías, para que abran el horizonte a los niños, porque, “por desgracia, allá afuera todos quieren ser delincuentes, se han vuelto más famosos que los profesionistas… si preguntamos en pueblos chicos, los niños saben cómo se llama el encargado de la delincuencia, pero no el presidente municipal”.
Por eso, cree que las autoridades deben voltear más hacia esta institución, pues está convencido de que internados como este son una verdadera alternativa a la problemática “de allá afuera; creo que los niños están mejor cuidados aquí que allá, en su casa o en la calle”, y celebra que, para el próximo mes, el padrino de generación sea Cuauhtémoc Cárdenas, quien ha hecho presencia otras veces en el plantel fundado por su progenitor.