El seminario de Montezuma, instrumento intervencionista de EU: Matthew
MORELIA, Mich., 3 de febrero de 2017.- En el mundo católico, el traslado de colegios y seminarios al exilio durante etapas de persecución religiosa constituye a la vez, el clásico de cómo un proyecto eclesial nacional puede consolidarse de manera tradicional y a veces es en el exilio, donde mejor se ha forjado un clero “nacional”, debido a que las circunstancias rebasan la obligación tridentina de que cada diócesis mantenga su seminario y se crea un seminario central, lo que facilita la producción de un clero más unitario.
Lo anterior fue señalado por el profesor investigador Matthew Butler de la Universidad de Texas en Austin, al sustentar la conferencia “¿la venganza de Montezuma? Política Eclesiástica y Diplomacia en Torno al Seminario Interdiocesano de Montezuma, México y Estados Unidos, 1937-1962”; la cual tuvo lugar en el auditorio de la Facultad de Historia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, señala un comunicado de prensa.
En presencia de profesores y estudiantes de la referida Facultad, el investigador señaló que la iglesia mexicana para nada ha sido ajena a esta tradición y con la revolución la actualizó, al fundar primero el Seminario San Felipe Neri en Castroville, Texas, en el año de 1945 y en segundo, el Seminario Interdiocesano en Montezuma, Nuevo México, en 1937.
Expresó que durante treinta y cinco años esta última institución fue parte central de una historia eclesial transnacional, cuya histografía durante mucho tiempo fue descuidada; “poco se ha escrito sobre la historia de Montezuma tomando en cuenta su fama como el poeta estadounidense Douai y su vida longeva de 1937 a 1972; la que le permitió educar a más de un millar de sacerdotes mexicanos desde afuera”.
Puntualizó que a través de esta conferencia se busca esbozar la formación de una red católica en torno a la cuestión seminarística, compuesta de mexicanos tanto como estadounidenses y la manera respecto a cómo esta red transnacional se articuló; “aquí vale la pena decir que hay quienes ven en Montezuma un caso de imperialismo eclesial en que los católicos estadounidenses se definieron como protectores de la iglesia mexicana y así poder acceder a sostener un seminario mexicano en suelo propio”.
Durante su exposición, Matthew Butler argumentó que Montezuma no era una simple proyección del poder de la iglesia estadounidense hacia México, sino también una muestra de la capacidad política y diplomática que tenía la jerarquía mexicana para negociar con sus hermanos estadounidenses y para ello dijo, los obispos mexicanos emplearon “las armas de los débiles” que incluían el discurso católico que alababa la sabiduría de la divina providencia y la caridad de los obispos estadounidenses, así como una serie de elementos políticos que consistían en invocar la idea del presidente Roosevelt del “buen vecino”, además de manipular las comunicaciones con la santa sede para lograr una serie puntual de intervenciones romanas a favor de México.
Finalmente, comentó que la historia montezumense no puede entenderse sino integralmente, debido a que incluye una serie de factores tan diversos como es el caso del pensamiento católico de la época, la diplomacia eclesiástica y secular, el faccionalismo y la resistencia, los deseos de Roma, la variada geografía eclesiástica y social de México así como los orígenes de ideas de los sacerdotes que ahí se educaron.