Promueve SEE salud mental y reducción de riesgo de adicciones con valores
MORELIA, Mich., 27 de marzo de 2024.- En la sociedad actual, donde las demandas y presiones son constantes, es fundamental recordar el papel central que desempeña la familia en el bienestar emocional y mental de niñas, niños y jóvenes, ya que no solo brinda amor, apoyo y seguridad, sino que también juega un rol crucial en la prevención de problemas de salud mental y la reducción del riesgo de adicciones, reitera la Secretaría de Educación del Estado (SEE).
En comunicado de prensa de la SEE indica que un entorno familiar cálido, afectuoso y estructurado es un factor protector clave contra el consumo de sustancias nocivas. Cuando las niñas, niños y adolescentes se sienten amados, escuchados y comprendidos en el seno familiar, tienen una mayor capacidad para enfrentar los desafíos de la vida y desarrollar una autoestima saludable, la empatía, el autocuidado, la habilidad para negarse a situaciones que no quieren, así como la autorregulación de sus emociones.
La comunicación abierta y el establecimiento de límites claros dentro del hogar son herramientas poderosas para promover la salud mental en los hijos. Para ello se ofrece una serie de herramientas, como parte de la estrategia nacional, disponibles en la página https://estrategiaenelaula.sep.gob.mx/ y el canal de WhatsApp https://bit.ly/Canal_EstrategiaEnElAulaWA.
Además, el involucramiento de los padres en la vida de sus hijas e hijos, participando en actividades recreativas, educativas y sociales, no solo fortalece los vínculos familiares, sino que también proporciona un sentido de pertenencia y conexión que es esencial para el bienestar emocional. Una familia que promueve un estilo de vida saludable, con hábitos como una alimentación equilibrada, ejercicio regular y tiempo de calidad juntos, establece un ambiente propicio para el crecimiento y desarrollo integral de las niñas, niños y adolescentes.
En contraste, la ausencia de apoyo familiar, la falta de comunicación y la exposición a conflictos constantes pueden aumentar la vulnerabilidad de los jóvenes a problemas de salud mental y conductas adictivas. La búsqueda de afecto y validación fuera del hogar puede llevarlos a recurrir a sustancias nocivas como una forma de escape o para llenar un vacío emocional.