Incertidumbre, inseguridad y miedo pegaron al aprendizaje en pandemia

MORELIA, Mich., 1 de julio de 2021.- En un segundo bloque del segundo ciclo iberoamericano de encuentro con especialistas de la OEI y la Mejoredu, se habló de lo socio-emocional durante la pandemia, lo cual está pegado al aprendizaje. Los invitados manifestaron que hubo incertidumbre, inseguridad y miedo sobre todo en comunidades rurales.
En la charla, Luis Ángel Ortiz, estudiante en Ciudad de México, aseveró que se le ha hecho todo un reto y una vivencia el tiempo de la pandemia. Dijo que la pandemia ha hecho que se sientan solos, con la ausencia de sus compañeros, y no es lo mismo presencial que ver a un profesor saliendo de la pantalla. En lo personal le afecta porque no se siente acompañado ni respaldado por su profesor ni por sus compañeros, a la hora de tomar las clases.
Dijo que antes de la pandemia, tenía una comunidad en la que se apoyaban entre ellos, porque era mucho más fácil estando en persona que en línea; "es más fácil preguntarle a un maestro que te soluciona las dudas de una manera física".
Reconoció que en algunas ocasiones tuvo dificultades técnicas para poder tomar las clases, porque nadie estaba preparado para la educación a distancia, indicó el estudiante.
Por su parte, Isabel Higuera, madre de estudiantes multigrado de Baja California, explicó que ha sido una experiencia muy bonita. Dijo que se encuentran en un área rural lejos de la ciudad.
Al principio todo llegó de sorpresa, expresó, por lo que agradeció a la maestra porque a su lado han salido adelante. Primero fue llevar unas tareas, entregar cuadernillos y llevar el plan de trabajo para toda una clase, en un principio fue por televisión, y a ella se le hizo muy difícil porque tiene tres hijos que estaban todo el día frente al televisor.
Con la ayuda de la profesora, dijo, fueron buscando alternativas y pudieron, al paso de los meses, contratar internet, y ahí mismo otros compañeros, padres de familia y niños, fueron a recoger tareas, a enviarlas, porque ese es el medio de comunicación que tienen con la profesora, expresó, pero también utilizan el teléfono de casa, es otra forma de comunicarse. Reconoció que está estudiando otra vez la primaria y la secundaria con sus hijos.
En el caso de Hugo Ávila, profesor y director de una escuela preparatoria en Zacatecas, recordó que el inicio de la pandemia tuvieron que hizo a casa 15 días y fue complicado. Les dijeron que irían a su casa 15 días para guardar la debida distancia, y en casa sería más fácil.
En un mes se dieron cuenta que eso no iba a ser rápido, ahí se dieron cuenta de la verdadera dimensión de las cosas; "cuando surgió la palabra 'pandemia' y la idea de contagiarse o contagiar a alguien de la familia o cercano, se vivió con mucho miedo e incertidumbre", reconoció, lo mismo ocurrió con el trabajo.
Ya que pasó la primera reacción, dijo, tuvieron que ponerse de pie, acomodar las cosas en la casa, en la escuela y entender que eso tendría que ser entre todos; director, profesores, estudiantes y padres de familia. Sin embargo, todos estaban desconcertados y no se sabía qué hacer, y en la Secretaría de Educación de Zacatecas sólo les decían: "aquí estamos, échenle ganas y entreguenos resultados". No obstante se aprendió, y muchas cosas que estaban antes, no estaban bien, dijo; "quizá había que hacer una nueva escuela".
Reconoció que en Teul de González Ortega, municipio de Zacatecas donde se encuentra la escuela, se han hecho muy individualistas y eso no ha ayudado; "la gente aprendió a rascarse con sus propias uñas y cada quien ve por sus propios problemas. En la escuela, es muy difícil que las madres de familia lleguen para colaborar, solamente llegan a recibir calificaciones y resulta que ahora les tocó la labor desde su casa", indicó.
Paradójicamente, en ese tiempo mejoró la comunicación con las familias a través de los grupos de WhatsApp, "pero sí se extraña la presencia cercana al tu a tu, porque sido muy complicado trabajar en las redes", refirió.
Carlos García, director y docente de una escuela primaria en Chiapas, hizo una comparación analógica de la pandemia con la Segunda Guerra Mundial. Este conflicto destrozó Europa y un escritor dejó asentado que para reconstruir la cuestión educativa, había que aplicar el amor, fomentar este amor para poder reconstruir todo lo destruido, "y el virus es como una guerra que nos atacó a todos en distintas trincheras", dijo.
Lo primero a lo que se enfrentaron, fue el no tener comunicación con los padres de familia, explicó, ya que muchos no cuentan ni con dispositivos móviles, y otros que los tienen, no tienen suficiente economía para ponerle datos, "esa era una barrera muy grande en los primeros meses de la pandemia, lo que se tradujo en una dispersión de la población porque hay muchos migrantes".
Al inicio del ciclo escolar, hubo mucha confusión sobre cómo tener contacto con alumnos y padres de familia, se hizo un diagnóstico para ver quienes podían seguir las clases a través de la televisión, quiénes podía tener WhatsApp, que en algunos casos fue lo único que funcionó con los padres de familia, explicó el director.
Los padres de familia han estado inciertos, inseguros y temerosos, indicó el docente, porque muchos de los alumnos quedaron en rezago, y en una reunión que hicieron hace poco, ya planearon algunas situaciones, y tienen como meta inscribir a los jóvenes al siguiente ciclo escolar de manera presencial, con horarios, porque en este ciclo todo se hizo vía telefónica.
Expresó que también van a aprovechar que algunos alumnos tuvieron la opción de realizar por ellos mismos, audios y videos, para que enseñen a otros a explorar las tecnologías, porque en este caso, al ser grupos vulnerables los de la escuela, esto se convierte en un gran reto.