¿Es la inteligencia artificial un riesgo para la humanidad?

MONTERREY, NL., 19 de diciembre de 2021.- Solo el tiempo dirá si la inteligencia artificial es un riesgo para la existencia de la humanidad porque el desarrollo de tecnologías emergentes es como la crianza de un bebé, no se sabe cómo funcionan y, por lo tanto, sus resultados preocupan, afirmó George Siemens, un estudioso de cómo la cognición humana y artificial se intersecan en los procesos de conocimiento.
Es una preocupación real el riesgo que implica y es una pregunta que se hacen algunas empresas de tecnología como Google, que está tratando de delimitar qué puede hacer una máquina y está trabajando con procesamientos y perspectivas que le van a permitir usar un interruptor por si la tecnología, algún algoritmo o un robot se vuelve muy sofisticado, indicó en entrevista con Quadratín, durante el octavo Congreso Internacional de Innovación Educativa organizado por el Tecnológico de Monterrey.
“La dificultad que yo veo con este factor es que presuponemos que ese sistema de inteligencia artificial va a pensar como pensamos nosotros, presuponemos que va a tener nuestras motivaciones lo cual no sabemos, pudiera ser que le da buena satisfacción ser súper inteligente, pero no conquistar el mundo, quizá no comparten eso con nosotros”, dijo.
“Si algo tiene ese grado de sofisticación obviamente sería poder darle la vuelta a una barrera generada por el ser humano en un sistema de procesamiento que desarma el sistema o que permite que los sistemas se inhabilitan, entonces sí agregamos un switch para apagón de inteligencia artificial, nada garantiza que podamos estar seguros que no va a evadirlo porque nosotros pensamos en sistemas en un nivel de complejidad mucho más grande si es que llega ahí”, advirtió.
El profesor y director ejecutivo de aprendizaje en red e innovación, Knowledge Research Lab, de la Universidad de Texas, en Arlington, señaló que hay algunos como Isaac Asimov que hace muchos años ya establecía cuatro reglas sobre cómo debe funcionar el robot y las funciones que debe desarrollar, pero esto presupone que escuchará y que no se va a volver tanto o más inteligente que nosotros porque no vamos a tener ninguna manera de influir sobre su control o dominio sobre él.
El investigador señaló que el ser humano tiene un historial de mucha imprevisibilidad y los sistemas de robótica o de inteligencia artificial son gobernados por un conjunto de limitantes cualificantes, lo cual quiere decir que no se puede hablar de ese temor de ciencia ficción que tenga un sistema de racionamiento e imprevisibilidad como los humanos.
Lamentablemente, dijo que las instituciones educativas no están preparadas para que podamos ir aprendiendo juntos, humanos y máquinas, el conocimiento, por lo que es urgente preparar a los estudiantes para que empiecen a involucrarse activamente con los dilemas éticos y morales que plantean el uso de la inteligencia artificial en la educación.
“Creo que la realidad del asunto es que ya estamos siendo formados o influenciados, aunque no estemos conscientes de ello, ya está determinando dónde comemos, con quién hablamos, está cambiando este tipo de formación que procesamos y en ese sentido las máquinas ya están muy presentes y siendo factores de influencia, el problema es que no estamos conscientes de esos elementos y cómo nos están afectando”, agregó.
Sin embargo, hay instituciones como el Tecnológico de Monterrey que lleva años manejando tecnologías emergentes como la realidad aumentada o la realidad virtual que permiten que sus alumnos tengan vivencias y experiencias en un espacio virtual tridimensional en el que pueden verse, moverse y tomar decisiones, aún a la distancia, afirmó Irving Hidrogo, director de “Mostla” Laboratorio de Tecnologías Educativas Emergentes del Campus Monterrey.
Ese espacio va más allá de un ambiente diseñado para una clase en particular porque es el gemelo digital de los 26 campus que la institución tiene en el país, de todos los espacios que social y académicamente existen en los campus con diferentes intencionalidades porque no solamente es la parte académica y pedagógica, sino que también servicios académicos y experiencia estudiantil de arte de cultura de deportes y también de liderazgo estudiantil.
Otras de las tecnologías con las que están trabajando es el hiperrealismo, es decir que los ambientes virtuales tanto de realidad virtual como de realidad aumentada pueden ser incorporados como si fueran iguales idénticos gráficamente indistinguibles del mundo real, así como los biométricos qué son sensores que miden la actividad fisiológica del cuerpo.
Hidrogo coincide con George Siemens en la necesidad de generar más diálogo y más filosofía sobre cuáles son los impactos que tiene la tecnología y por eso espacios como Mostla dentro de las universidades son importantes para que las diferentes disciplinas puedan aprender y conocer estas tecnologías y hablar el mismo idioma para generar lo que se quiere transformar en el mundo con estas tecnologías.
“Si nos quedamos fuera de estas discusiones y no generamos el cómo se deben hacer las cosas alguien más lo va a hacer y, seguramente van a hacer intereses económicos los que lo muevan, entonces es mejor incorporar a todas esas pláticas y discusiones de cómo sí utilizar para un fin noble esas tecnologías”, indicó.