El esfuerzo de los padres de familia para comprar los útiles escolares
MORELIA, Mich., 28 de agosto de 2022.- En la antesala del inicio del ciclo escolar 2022 a 2023 y el retorno presencial a las aulas, padres de familia en Morelia expusieron que la adquisición de los útiles escolares para sus niños y adolescentes representó un esfuerzo significativo, en medio de una tendencia al alza en la inflación, encarecimiento de bienes y servicios de la canasta básica y pérdida de poder adquisitivo de los salarios.
En recorrido efectuado por Quadratín al Aire por el Centro Histórico, donde las familias aprovecharon para pasear y disfrutar del último día de vacaciones, padres y madres coincidieron en el elevado gasto que les representó o representará la compra de los materiales e insumos que sus hijos precisarán este año escolar.
“Lo sacamos adelante, con mucho esfuerzo, fue más grande el gasto porque ya inicia mi hija la primaria, pero le echamos ganas y salimos, alrededor de dos mil pesos fueron solo de la lista de útiles, aparte son los uniformes”, explicó Yuritzi, ama de casa.
Pablo Orozco, de profesión docente, señaló que aún no ha recibido el listado de útiles para sus hijos, que cursan la secundaria y la preparatoria, pero estima que solo por este concepto erogará por lo menos “dos mil pesos por chamaco”.
Explicó que el encarecimiento que exhiben los productos escolares y que en algunos casos supera el 100 por ciento llevará a que la lista de útiles sea un “golpe significativo para la economía de las familias, un desajuste”.
Al sumar los diferentes pagos, compras y conceptos que el regreso a clases puede implicar, el monto a solventar puede ser intimidante; en el caso de Carlos Estrada, empleado público, el ingreso a la escuela de su pequeño le significó el desembolso de 11 mil pesos.
“Sí, es algo de gasto, como la lista de útiles se considera por año es algo fuerte el gasto, y además hay que pagar el seguro del niño, las cuotas de familia, los uniformes, otras cosas”, señaló.
Así como los entrevistados por Quadratín coincidieron en el desgaste económico que puede implicar el regreso a clases para las familias, destacaron que al ser un evento programado ya disponían de previsiones para evitar acrecentar el impacto negativo con la contratación de créditos o endeudamientos.
“En mi caso, no queda más que apretar el cinturón y ajustarse, no es algo constante, es una vez por año, desestabiliza, pero ya lo esperamos”, mencionó Pablo Orozco.
“Hicimos un ahorrito para atender estos gastos, dejamos de comprar cosas que no eran imprescindibles y logramos salir sin necesidad de un crédito o así”, agregó Yuritzi.
“Como ya es algo que está previsto, hay chance de prepararse y que no sea tan grande el esfuerzo”, reiteró Carlos Estrada.