Ajedrez, una estrategia de vida
CIUDAD DE MÉXICO, 21 de julio de 2024.- El ajedrez es una obsesión para Manuel López Michelone, doctor en ciencias computacionales. Para el también profesor de Física de la Facultad de Ciencias de la UNAM, la vida no sería igual sin él.
Así lo precisa en su página UNAM Global donde destaca: “Pensar las decisiones y desconfiar del primer impulso (pues no hay marcha atrás después de dar un paso) son las dos grandes enseñanzas que me ha dejado el juego”, aseguró López Michelone, ajedrecista por más de 50 años. Para el docente —mejor conocido por La Morsa— combinar el dar clases con el ajedrez ha sido como estar de vacaciones, pues ambas actividades le gustan mucho.
Sus intereses son la física y el cómputo, área en la que ha creado programas para entrenarse como ajedrecista y demostrar que ésta es una habilidad que vale la pena desarrollar. “Alguna vez dije que si me fastidiaba estar ante un tablero guardaba todo ¡y se acabó!, pero no parece, ni a corto ni a largo plazo, que eso vaya a ocurrir”, aseguró.
Manuel es maestro miembro de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE por sus siglas en francés), organismo fundado en París, Francia, el 20 de julio de 1924. Después de la FIFA y la Internacional de Atletismo, la FIDE es el organismo que agrupa a más federaciones nacionales (211, 213 y 195, respectivamente).
Juego de la antigüedad
El origen del ajedrez se remonta al siglo XV en Europa, según el poeta Fedrousí, autor de El Libro de los reyes, donde se hace la primera mención conocida del juego. Éste se había originado en el siglo VI a raíz de una disputa por el trono de Hind (India) entre los hermanos Gav y Talhand: el segundo había muerto en batalla y su madre, disgustada, recriminó a Gav el haber matado a su hermano.
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