Distingue Colegio Nacional a Antonio Lazcano
MÉXICO, DF., 13 de septiembre de 2014.- Con cuatro días de diferencia y muy lejos de casa, en Japón, el biólogo evolucionista Antonio Lazcano Araujo, profesor de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM, se enteró de dos distinciones que recibirá próximamente: su ingreso como miembro de El Colegio Nacional, el lunes 6 de octubre próximo, y su investidura como doctor honoris causa por la Universidad de Valencia, España, en el primer semestre de 2015.
Reconocido a nivel mundial por su trabajo de frontera para comprender el origen y evolución temprana de la vida, el profesor universitario nacido en Tijuana en 1950 se dijo conmovido y abrumado con ambas condecoraciones.
Profeta en su tierra
“Creo que nunca recibiré una distinción mayor que ser integrante de El Colegio Nacional. Me conmueve mucho porque entre los miembros fundadores estuvo Isaac Ochoterena, que era biólogo, y ahora hay otros dos especialistas excepcionales: José Sarukhán y Pablo Rudomín. Ellos significan, junto con los médicos, la presencia de las ciencias de la vida como parte de la cultura nacional”, reflexionó.
Al profesor universitario le complace especialmente la visión integradora de esa institución, que tuvo entre sus fundadores a Alfonso Reyes y entre sus integrantes a Octavio Paz y Carlos Fuentes; es un sitio donde la cultura abraza a las ciencias, a la par que a las artes y las humanidades, para propiciar una relación transversal entre ellas y realizar una tarea permanente de difusión hacia la sociedad mexicana. “Este ingreso significa que sí se puede ser profeta en su tierra”, resumió.
Lazcano adelantó que en su discurso de ingreso evocará los aportes de Alfonso Herrera y Alexander Ivanovich Oparin; además, dedicará una reflexión al debate actual sobre el origen de la vida.
“Alfonso Herrera es el principal introductor del darwinismo en México. Por conflictos de la época quedó excluido de la Universidad y eso significó un retraso en la enseñanza, la docencia y la investigación en el tema por muchos años. Ahora no hay dependencia del país que aborde las ciencias de la vida en donde no se hable de Darwin y esa es su herencia”, subrayó.
En cuanto a Oparin, comentó que fue su maestro y presidente de la Sociedad Internacional para el Estudio del Origen de la Vida, una organización que luego encabezaron los científicos Stanley L. Miller, J. William Schopf y el propio Lazcano Araujo, el primer científico latinoamericano en lograrlo.
“Lo conocí gracias a la UNAM, que lo trajo a México. Mucho de lo que investigamos en el Laboratorio de Microbiología de la FC tiene que ver con sus ideas y de gente asociada a su teoría”, apuntó.
En la ceremonia de ingreso también se referirá al origen de la vida. “Es un problema científico del cual no podemos prescindir, no sólo en la biología, sino en general en la ciencia”.
Movilidad estudiantil en Iberoamérica
El doctorado honoris causa que le otorga la Universidad de Valencia corona una larga e intensa relación académica en un sitio donde se siente como en casa.
Con esa institución comparte uno de sus sueños: el de la movilidad entre estudiantes de ciencias de la vida provenientes de América Latina, España y Portugal.
“Si los europeos generaron un programa como el Erasmus, que permite el intercambio de alumnos, en el que quizá sea el más generoso de la Comunidad Europea, ¿por qué los latinoamericanos, que tenemos lazos culturales más estrechos, no podemos hacer algo semejante?”, planteó.
El científico consideró que si la calidad de la enseñanza de la biología mejora, por ejemplo, en Argentina o en Guatemala, impactará en toda la región, pues se generarán textos de alto nivel en español e impulsará una red de trabajo conjunto entre profesionales que hoy permanecen casi aislados y que se conocen más en Europa, Asia y Estados Unidos.
Ese intercambio se propicia en el Centro Lynn Margulis de Biología Evolutiva, instalado en el Centro GAIAS de la Universidad San Francisco de Quito, en la isla San Cristóbal del archipiélago de las Galápagos, en Ecuador.
“El centro, que funciona básicamente a distancia, se dedica a la promoción de la biología evolutiva, investigación y divulgación. De las tres cumbres de la evolución que se han realizado sobre el tema, la Universidad de Valencia nos ha apoyado con un segundo libro”, resumió Lazcano quien, de no ser biólogo, hubiera disfrutado ser arqueólogo, astrónomo, historiador o cocinero, rutas de conocimiento que, como en el origen de la vida, rastrean los componentes fundamentales.