Conmemora Uvaq aniversario luctuoso Don Vasco de Quiroga
MORELIA, Mich., 14 de marzo de 2016.- Con motivo del CDLI Aniversario Luctuoso del Siervo de Dios Vasco de Quiroga la comunidad educativa de la UVAQ se dio cita para conmemorar el legado que ha trascendido en tierra michoacana, inspiración del ser y hacer de la Universidad Vasco de Quiroga desde su nacimiento.
El Padre Pablo Arce Gargollo, Asesor de la Comisión Episcopal para la Formación del Clero de la Conferencia del Episcopado Mexicano, orador del acto, habló de la vida de los dos hombres representados por estatuas que engalanan la plaza denominada Jardín de las Rosas, a quienes calificó como dos gentiles hombres, nimbados de una grandeza sin igual.
“De un lado la figura de quien siendo máxima autoridad en la Nueva España como Oidor y en su condición de laico, fue electo primer obispo de Michoacán. Su rostro es sereno. Se esconde, tras el bronce, un corazón que supo dispensar un «amor visceral» a todos cuantos se cruzaron con él, en especial a los indios.
En el lado opuesto de la plaza está la estatua que representa a Miguel de Cervantes Saavedra quien, también sentado, espera la celebración -el próximo 23 de abril-, que marcarán los 400 años desde el día de su muerte.
Los dos son coetáneos. Don Miguel nació en 1547, año en que don Vasco regresó a España, en busca de los instrumentos jurídicos que necesitaba para preservar sus proyectos en estas tierras. En vida no se conocieron.
Don Miguel intentó, por dos veces sin lograrlo, venir a América, atraído por las noticias de las gestas heroicas de tantos de sus coterráneos y debió conocer lo hecho por Don Vasco en el nuevo mundo.
A las personas se les recuerda por sus obras. Su grandeza y perennidad está en función de los frutos duraderos legados a la posteridad.
Miguel de Cervantes es ejemplo multiforme de lo que una persona debe hacer para mejorar el mundo. Quienes lo intentan son locos, soñadores y utopistas. Hoy necesitamos más locos, más soñadores y más artífices de una utopía que si puede estar en un lugar.
Los buenos hombres al morir se vuelven historia. Algunos alcanzan, por su notoriedad, revivir en su estatua como es el caso de Vasco de Quiroga y Miguel de Cervantes. Esta fotosíntesis de la muerte es lo que llamamos cultura.
¿Qué une a don Vasco con el Quijote? El concepto fundamental que los hermana está constituido por dos palabras: tuyo y mío. El Quijote señala que en la «edad dorada», es decir, aquella sociedad primera en donde todos vivían con armonía, «los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío» (I, XI), es decir no había egoísmo. Eso es lo que hizo don Vasco: «Los comenzó a amar (a los naturales) desde que los vio. Los amó el señor don Vasco como a prójimos, cuando muchos les negaban el serlo». (Joseph Moreno).”
De igual manera, Arce Gargollo hizo alusión a la visita del Papa Francisco en esta ciudad “«Con ustedes –nos dijo el Papa Francisco-, quiero hacer memoria de este evangelizador, conocido también como Tata Vasco, como «el español que se hizo indio». La realidad que vivían los indios purhépechas descritos por él como «vendidos, vejados y vagabundos por los mercados, recogiendo las arrebañaduras tiradas por los suelos», lejos de llevarlo a la tentación y de la acedia de la resignación, movió su fe, movió su vida, movió su compasión y lo impulsó a realizar diversas propuestas que fuesen de «respiro» ante esta realidad tan paralizante e injusta. El dolor del sufrimiento de sus hermanos se hizo oración y la oración se hizo respuesta. Y eso le ganó el nombre entre los indios del «Tata Vasco», que en lengua purhépecha significa: Papá».
El Padre Pablo Arce Gargollo concluyó su intervención diciendo: “Gracias, Don Tata, por tu vida, por tu ejemplo, por las obras y el espíritu que nos haz legado.
¡Don Vasco de Quiroga y Don Miguel de Cervantes! Escuchen bien. Nos llenamos de alegría y de esperanza. Sus aniversarios de muerte anuncian que están muy vivos. Nos hacen soñar que es posible una «edad dorada», que llegará -sin duda-, cuando muchos seamos capaces de ahogar el mal en abundancia de bien.”
A dicho acto, asistieron, en representación del Ingeniero Silvano Aureoles Conejo, Gobernador del Estado de Michoacán, el Mtro. Francisco Luis Sánchez Alfonso, Director de Educación Superior de la Secretaría de Educación. En representación del Ingeniero Alfonso Martínez Alcázar, Presidente Municipal de Morelia, el Dr. Fabio Sixtos Rangel, Síndico Municipal. En representación de Monseñor Alberto Cardenal Suárez Inda, Monseñor Carlos Suárez Cázares, Obispo Auxiliar de Morelia. Dr. Ramón Hernández Reyes, Presidente del Instituto Electoral de Michoacán. Dr. Marco Antonio Landavazo, Director del Instituto de Investigaciones Históricas de la UMSNH. Romeo Amauri López Calderón, Asistente Académico de la UNLA. Carla Lorena Morales Fernández, Directora de la Universidad Internacional Jefferson, entre otros.
Al concluir el acto, autoridades universitarias, del municipio y del estado, depositaron ofrenda e hicieron guardia de honor al pie de la estatua de Don Vasco de Quiroga.
Al medio día se llevó a cabo una misa en la Santa Iglesia Catedral, presidida por Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo Auxiliar de Morelia.