Reconstruir el sistema nacional de seguridad, apuesta de la Coparmex
MORELIA, Mich., 14 de octubre de 2020.- Con la conjunción de las agendas de seguridad, justicia y combate a la corrupción, fue presentado el Decálogo de seguridad y justicia, una de las grandes apuestas del Coparmex, señaló Irene Tello, directora ejecutiva de Impunidad Cero, quien fue la responsable de presentarlo.
El primer punto de este decálogo es reconstruir el sistema nacional de seguridad pública, dijo, porque es necesario que se fortalezca este sistema, a fin de que se promuevan eficazmente los desarrollos policial, penitenciario y ministerial, desde una perspectiva de estado.
El segundo tema es prevenir las violencias y la delincuencia, expresó la especialista, ya que es indispensable que todos los esfuerzos para restablecer la seguridad y la justicia, se acompañen de una política nacional de prevención integral de las violencias y la delincuencia, que atienda las causas, sea focalizada y adaptada a las circunstancias de cada comunidad y región del país.
Otro tema importante y la tercera parte de este decálogo, dijo, es consolidar la vía civil hacia la seguridad, a través de rescatar y luego fortalecer a las policías. Deben rescatarse a las policías locales. Al respecto, Irene Tello señaló que una agenda mínima debe incluir mejores salarios, pero también el cumplimiento de derechos laborales, la capacitación permanente y de calidad, y una mayor inversión en equipamiento e infraestructura. En el tema de la Guardia Nacional, ésta debe construirse y consolidarse como un cuerpo civil nacional y no como una extensión de las fuerzas armadas.
El cuarto tema es mejorar las capacidades de investigación de las procuradurías y las fiscalías de los estados y la Federación. Aquí, se pide consolidar la autonomía técnica, y sobre todo presupuestal, de las instituciones encargadas de procurar justicia, con especial atención en una auténtica carrera ministerial, así como fortalecer las labores de inteligencia y servicios periciales con solidez científica, todo esto basado en la evidencia sólida que ya se tiene, señaló.
El punto cinco es un tema indispensable, indicó, porque a veces es más un problema de modelo de gestión al interior de las instituciones. El punto es buscar contar con modelos de gestión en las procuradurías y fiscalías. Lo que se sugiere es administrar mejor la carga de trabajo e incrementar la eficiencia en la investigación y el juzgamiento de los delitos, desde la perspectiva de una respuesta efectiva de justicia para las víctimas.
El punto número seis es crear políticas integrales para reducir la corrupción en ministerios públicos y policías. Si no se resuelve esto, no se podrá enfrentar el problema de impunidad que hay en el país, señaló Irene Tello. En este punto, se busca implementar un sistema integral de identificación de patrones de corrupción en policías y agentes del ministerio público, a través de controles robustos y eficaces, además de investigar y sancionar los delitos de corrupción en la procuración de justicia.
El número siete es mejorar cada eslabón que integra el sistema de justicia. Si no se hace esto, se genera un cuello de botella y termina en una cuestión de impunidad, refirió la especialista. Lo que se sugiere es entender al sistema de justicia como una cadena compleja de autoridades, para mejorar el entendimiento entre los eslabones de esta cadena, que inicia desde policías, analistas, peritos, ministerios públicos y otras figuras.
La número ocho es aumentar y consolidar la coordinación policía-perito-ministerio público. Mejorar las capacidades de investigación de los delitos a través de la interconexión de bases de datos a nivel nacional, esto para crear un verdadero sistema de inteligencia que sea útil para combatir la delincuencia, pero también establecer modelos de trabajo efectivos entre los encargados de investigar delitos.
La número nueve es rescatar y fortalecer al sistema penitenciario. Lo calificó como un tema complejo, al cual se le rehuye por lo regular. Se debe recuperar el control de las instituciones del estado en los penales, mediante el trabajo de inteligencia, operativos policiales y un programa emergente que permita reconstruir el sistema sobre premisas esenciales de orden, justicia, dignidad y reinserción social.
Finalmente, el número diez de este decálogo, es un tema central: sancionar los delitos de corrupción y recuperar los recursos obtenidos ilegalmente. Señaló que es imprescindible dotar de capacidades a las fiscalías anticorrupción, establecer un programa de protección eficaz para víctimas y testigos de corrupción, construir inteligencia para la investigación de estos delitos, y fortalecer los derechos procesales de las víctimas.