Triunfa Isaac Fonseca en la corrida de Noche de Muertos en Morelia
MORELIA, Mich., 3 de noviembre de 2024.- Isaac Fonseca sí es profeta en su tierra, fue aclamado sonoramente por una multitud que casi llenó la Plaza de Toros Monumental de Morelia durante la Tradicional Corrida de Noche de Muertos y, además, se consagró como el máximo triunfador al cortar 3 orejas, por lo que fue paseado en hombros, lo mimo que el maestro hidrocálido Joselito Adame, quien le realizó la mejor faena de la noche al segundo de su lote y al que mató de estoconazo en el hoyo de las agujas para desorejarlo con todas las de la ley. Por su parte el fino diestro español Juan Ortega arrió con lo peor del encierro de Peñalba y escuchó en sus dos turnos.
Fue una noche de ensueño para el Huracán de Morelia porque el público se le entregó, lo ovacionó constantemente, acompañó con larguísimos olés cada uno de los pases que ejecutó y las tandas que hilvanó. Y si no acabó con el cuadro, fue porque el maestro de Aguascalientes, Joselito Adame, se inventó su segundo toro, lo aguantó, le dio respiro, dejó que se oxigenara, lo sobó y le estructuró una faena mucho más que meritoria, pero no solamente toreó muy bien al toro, también supo qué hacer para meter a la multitud a su muleta porque estuvo convertido en un showman.
A Juan Ortega le tocó lo menos potable del encierro de la ganadería guanajuatense de Peñalba, torada muy bien presentada. El sevillano, sin tener tela de donde cortar, dejó constancia de su torerismo. Extrajo néctar de las dos rocas que fueron los de su lote. De suyo, agasajó a la multitud con una tanda de espléndidas poncinas que le esculpió al quinto de la noche. Infortunadamente no estuvo certero en la suerte suprema.
Previo a la corrida de toreros de a pie, el novillero a caballo Javier Fontanet enseñó sus muchos avances en el Arte de Marialba y el público lo premió con vuelta al ruedo.
En el centro de una ovación que retumbó desde el Punhuato hasta el Quinceo el Huracán de Morelia recibió de manos de la empresaria Tomasina el Trofeo al Máximo Triunfador por haberle cortado una oreja al tercero de la tradicional corrida de toros y las dos al cierra plaza, un bellísimo ejemplar con el nombre de Cominito para el que el público exigió el indulto, pero el juez de plaza Víctor Alanís no concedió y el matador moreliano se lanzó rápidamente a pasaportar en una demostración tácita de honestidad torera.
Y el matador Teodoro Gómez le hizo entrega del Trofeo por la Mejor Faena al maestro hidrocálido Joselito Adame, quien desorejó al segundo de su lote como resultado natural y obligado por haber derrochado talento, sabiduría, maestría ante un astado que en otras manos habría pasado inédito, dominio de la escena y un estoconazo hasta los gavilanes.
Gran corrida, sí, corrida redonda y con causa, en favor de los niños con cáncer englobados en los programas de AMANC MICHOACÁN, evento organizado bajo el sello de la Fundación Ángeles Taurinos en el bellísimo escenario que es la Plaza de Toros Monumental de Morelia, la que lució esplendorosa. Así sea.