Nado sincronizado mexicano, una combinación de esfuerzo y dedicación
MORELIA, Mich., 4 de enero de 2017.- Al ritmo de “México, México, nunca te voy a olvidar”, las nadadoras Erika y Lilian Leal, hicieron vibrar el Centro Acuático Internacional durante las Olimpiadas de Sídney 2000, de la manera más digna, representaron por primera vez a nuestro país en una final olímpica de nado sincronizado en pareja y lograron posicionarse como las novenas mejores a nivel internacional; entonces el mundo volteó a ver a México.
De acuerdo a un comunicado de prensa, este deporte acuático es una combinación de ritmo, movimientos estéticos, fuerza y coordinación; es una disciplina de apreciación, no medible. En las presentaciones no se trata de quién metió más goles, quién saltó más alto o quién corrió más rápido; todo se reduce al criterio de los jueces.
Adriana Loftus, entrenadora de la selección mexicana de la especialidad, desde 1985, busca llevar a la perfección todas las rutinas, no disminuir el nivel que hasta ahora se ha alcanzado. Los entrenamientos se dividen en tres partes: el acondicionamiento físico, realizado en tierra; la parte técnica, ya dentro del agua, y la rutina, que se hace con el acompañamiento de la música. Además de la preparación, el carácter de Adriana ayuda mucho: una persona acostumbrada a vivir con disciplina y competitividad, le gustan los retos.