En “abandono total”, escuela de canotaje de Isla de Urandén
PÁTZCUARO, Mich., 28 de abril de 2022.- La Escuela de Canotaje de Alto Rendimiento, Felipe Ojeda, de la Isla de Urandén, cuya construcción tuvo un costo superior a 20 millones de pesos, aún carece del equipamiento necesario como camas, literas, mesas, estufa y mucho más, por lo que, en palabras de su director técnico, Juan Carlos León Quirino, “estamos olvidados, como siempre, en el abandono total”, no obstante que cuenta con más de 50 alumnos, de los cuales la mitad está en capacidad de competencias nacionales, como lo hará el mes próximo en Ensenada, Baja California.
La escuela oficialmente se terminó en 2014, aunque nunca fue inaugurada, si bien el efímero gobierno de Salvador Jara lo quiso hacer, pero comunidad y atletas locales le señalaron la desvergüenza y claudicó entonces del propósito de cortar listón.
Salvo dos miembros de selección nacional, medio centenar de alumnos no cuenta con becas ni otros apoyos, al grado que, en medio año de gobierno municipal, “el presidente no me ha recibido, no solo para ver lo de la escuela, sino otras necesidades de la comunidad”, dice el también jefe de tenencia. Y es que anteriormente, el ayuntamiento daba una modesta compensación a dos entrenadores, “pero ahora ni eso”, y de los gobiernos estatal y federal, “ya mejor ni hablamos”, dice apesadumbrado León Quirino.
Como se recordará, el canotaje de Urandén ha dado sonados triunfos en la disciplina, de los que destaca, entre otros, el campeonato mundial conquistado por Everardo Cristobal Quirino, en Hungría de 2006; pero igual ha estado presente en múltiples competencias internacionales, incluidas centroamericanas y del Caribe, panamericanas, olímpicas y mundiales, a pesar de no contar con el respaldo como sí lo tienen otros estados como Jalisco, Nuevo León o Baja California; “aquí nomás quieren saber de canotaje cuando hay medallas de oro o campeonatos, ahí sí, todos hablan, pero en los hechos, abandono total”, subraya el excompetidor.
Asegura que de vez en cuando alguien se acuerda de la isla, y habla de rescatar el deporte acuático y al propio Centro de Alto Rendimiento, “pero no se trata de rescatar la escuela y menos aún el canotaje, porque sencillamente, nunca se ha perdido”, a pesar del abandono presupuestal de los tres órdenes de gobierno en los últimos años, ya que es vocación, pero, sobre todo, porque la canoa ha sido una necesidad como medio de transporte.
Lo único que usan de los inmuebles gemelos de cuatro pisos y sus anexos, es el gimnasio, y eso hasta después de “cuatro años de batallar solo para conseguir el permiso y que nos prestaran las llaves”, que están en poder del municipio, y por lo mismo, el resto de los dos edificios se mantiene cerrado a llave.
Hace cuatro años, calcularon que faltaban cerca de 5 millones de pesos para concluir construcción y equipamiento, y ahora no tienen ni idea, por lo que esperan que “algún día, podamos tener funcionarios que amen de veras el deporte”, y que entiendan lo que significa para el desarrollo de niños y jóvenes, tanto en lo físico como en lo mental y social. Por lo pronto, continúan con su propio esfuerzo, sin cobros de inscripción ni mensualidades, con la meta de seguir entregando deportistas de alto nivel.