Eliminan a Puebla de la Copa Mx
MORELIA, Mich., 28 de febrero de 2018.- La Franja se despide amargamente de la Copa Mx tras igualar 0-0 en su visita ante los Alebrijes de Oaxaca.
Cotejo en el que la figura del arquero local, Luis Robles, fue determinante para su causa, pues fue gracias a él que Puebla se quedó sin opción alguna de avanzar, luego de que en par de ocasiones salvó su arco cuando la pelota iba ya con rumbo a la zona tejida, dejando con las ganas a los pupilos de Enrique El Ojitos Meza.
Si bien los poblanos comenzaron desde temprana hora sus embates, la zaga oaxaqueña supo contener en todo momento, siendo Jesús Alonso Escoboza quien probó fortuna en primera instancia, cuando al minuto 9 de acción, sacó potente disparo que alertó a los dirigidos por Irving Rubirosa.
Puebla no cesó en su intento de horadar el marco contrario, lo que quedó de manifiesto poco antes de la primera media hora, al 27, cuando en la escena apareció el central, John Steven Mondragón, que con su cabezazo, dejó de nueva cuenta vivo al rival, que conforme el tiempo transcurrió, se tornó mucho más peligroso.
Previo a la pausa del medio tiempo, La Franja tuvo otra clara opción de gol, ello gracias al trallazo que surgió de los botines de Jorge El Chatón Enríquez, que para su mala suerte pasó rozando el travesaño, lo que dejó sin movimiento alguno el marcador, cuestión que no fue más que un adelanto de lo que más adelante habría de consumarse.
Si bien los Camoteros volvieron a intentar al arranque del complemento, Oaxaca también tuvo lo suyo, pues ante la presión contraria realizaron los ajustes necesarios para culminar su obra, situación que a nada estuvieron de corroborar también con el triunfo, mismo que se diluyó de sus manos, ya que la diana de Martín Zúñiga fue anulada por una falta sobre el arquero, lo que sentenció el 0 a 0 por anticipado al 72.
A pesar de que el destino ya estaba marcado, Puebla dejó ir dos grandes opciones, la primera al 83 con un disparo de Abraham Carreño que el portero Robles desvió a tiro de esquina, así como con el remate de cabeza de Mondragón que salió apenas a un costado para decretar la igualada que representó el adiós de los blanquiazules de dicho certamen.