Cortan oreja Omar Villaseñor, Juan Luis Silis y Emiliano Villafuerte
MORELIA, Mich., 6 de octubre de 2023.- Día soleado que terminó con nubarrones negros sobre la Plaza Cristo Rey, buena entrada, público frío, mal ganado y diestros que estuvieron muy por encima de los toros. Así la corrida de feria en Lagunillas, la población más torista de Michoacán. Triunfaron Omar Villaseñor, Juan Luis Sílis y Emiliano Villafuerte el Moso al cortar una oreja cada uno; Paco Doddoli se fue con las manos vacías. Mal encierro, sí, muy mal encierro de la ganadería michoacana de El Junco.
Fue notorio que Tavito, el presidente municipal de esa demarcación que festeja su aniversario 73 de elevación a municipio, escamoteó los dineros para la tradicional corrida, por eso no hubo recursos para un buen encierro, de ahí que los toreros tuvieron que hacer de tripas corazón, poner todo de su parte para tratar de agradar al respetable, integrado éste por gente del lugar, Morelia y pueblos circunvecinos. Previo a la corrida vimos en acción a El Dany, un becerrista que anduvo a mal andar ante un becerro bravo.
La mejor faena de la tarde la estructuró Omar Villaseñor, el Torero de la Emoción, ante un toro con edad y de peso muy medido, al que le dio su saludo capotero por verónicas, medias, chicuelinas y una tanda brillantísima de mandiles aseados y sedosos. Su faena de muleta fue con cambiados por la espalda, derechazos largos, suaves y tersos a compás abierto; lució con naturales desmayando los brazos y una serie de derechazos por alto con la mirada en los tendidos. El suyo fue un toreo reposado, cadencioso y con mando, al que el de El Junco fue con claridad, aunque sin repetición. Mató de estocada desprendida y recibió una oreja en premio.
A Juan Luis Silis le tocó bailar con la más fea, un toro manso, soso y amarrado al piso. El diestro intentó, insistió y persistió, pero sus esfuerzos y pundonor torero no encontraron réplica en el de El Junco, esa ganadería que pasta en la Ex Hacienda La Labor, allá por las inmediaciones de Araró, Michoacán. El torero defeño logró dos series de derechazos en base a puro riñón, pero de uno en uno, es decir sin ligar por lo aplomado del burel. Se tiró a matar con determinación y metió la espada hasta la empuñadura. Una oreja.
Emiliano Villafuerte tampoco tuvo fortuna con el que le tocó en suerte, un toro que regateaba la embestida, sin ritmo y si profundidad. El inicio de su faena de muleta fue emotivo. Recibió de hinojos al de El Junco y le ligó 6 derechazos que motivaron aplausos y vivas del respetable. Ya de pie tuvo que picar piedra para sacar, de uno en uno, derechazos y una tanda de naturales. Finalmente, y luego de tanto intento de sacar agua de una roca, logró una serie de manoletinas cuando la noche empezaba a caer sobre la plaza. Estocada en buen sitio. Una oreja.
Paco Doddoli no tocó pelo. De los corrales le salió un toro inutilizado del pitón derecho al que le tuvo que estructurar una faena por naturales. Cinco fueron las tandas que el uruapense le dibujó por el lado izquierdo rematadas siempre con el pase de pecho. Luego de dos molinetes forzados, el torero más longevo del país concluyó con otra tanda de izquierdazos y un forzado de pecho. Falló con el acero y se retiró entre aplausos.
Después de la corrida se presentó un espectáculo de “Enanitos Toreros” y el público siguió frío, más frío que un pingüino entelerido en el Polo Norte. Así sea.