Compartió Sotelo triunfo con Silveti y Fonseca con Ventura

MORELIA, Mich., 26 de diciembre de 2023.- Buena tarde taurina navideña para los toreros morelianos. En Puruándiro salieron a hombros Diego Silveti y Jorge Sotelo y, al mismo tiempo, en Uriangato eran paseados por volandas Diego Ventura e Isaac Fonseca.
PURUÁNDIRO
El torero de la dinastía le cortó una oreja al tercero de la tarde y las dos al sexto para alzarse como el máximo triunfador de ante un público festivo que casi llenó la Plaza de Toros La Salud.
Allí, en ese centenario coso, Jorge Sotelo volvió a caer bien parado de cara a la afición puruandirense y, en respuesta, desarrolló lo mejor de su tauromaquia para arrancarle un apéndice a cada uno de su lote.
Por su parte, José Maurcio, desarrolló dos faenas de peso. La primera de mucha cabeza y valor sereno ante un toro muy complicado. Y la segunda de oficio y arte frente a un burel que contribuyó. Desafortunadamente el torero defeño falló con los aceros.
De muy buena presencia el encierro de la ganadería queretana La Antigua. Sobresalieron el tercero, cuarto y sexto, a este último se le dió arrastre lento.
URIANGATO
En la Plaza de Toros San Miguel, la afición uriangatense disfrutó al rejoneador portugués Diego Ventura, quien dejó constancia de su maestría en el Arte de Marialva. Y con dos peludas muy bien gandas fue ovacionado por el respetable.
El Huracán de Morelia no pudo redondear frente al primero de su lote, por eso salió a dar el extra con el cierra plaza, al que le estructuró gran faena y despachó de buena forrma para cortale las orejas con todas las de la ley.
Israel Téllez no pudo estar a la altura de las circunstancias, pero dejó prueba del buen torero que es para salir ovacionado de sus turnos.
Los bureles de Santa Fé del Campo se dejaron meter mano y contribuyeron para el lucimiento de los actuantes.
PREÁMBULO
Previo al inicio de la corrida de Puruándiro, se presentó el espigado niño Chavita Santoyo, quien tuvo que emplearse a fondo porque de los corrales le salió un eralito muy complicado.
El chaval ni se inmutó, a pesar de que un sector del público pitó insistentemente al astado, por no saber que era un preámbulo a la corrida y no darse cuenta que quien toreaba de corto es un niño de 13 años.
Chavita a lo suyo para pinturear tandas muy meritorias, con las que finalmente logró convencer a la audiencia para salir ovacionado. Bien por el aspirante, porque dio nota de serenidad y carácter. Así sea.