Vergonzoso e indignante, uso de Casa Zalce como oficinas: Beatriz Zalce
04 de diciembre de 2017
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11:04
Luis Felipe Reynoso/Quadratín
MORELIA, Mich., 4 de diciembre de 2017.- De vergonzoso, escandaloso e indignante calificó Beatriz Diana Zalce de Guerriff, hija del pintor oriundo de Pátzcuaro, Alfredo Zalce, el hecho de que la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum) mudara algunas de sus oficinas a la casona de Camelinas 409, último lugar de residencia del muralista, donde se ha proyectado desde hace tiempo la creación de un centro cultural en honor al artista.
“A mí no se me hace raro, se me hace vergonzoso, se me hace escandaloso y se me hace indignante esto”, señaló en una entrevista, y recordó que Cuauhtémoc Cárdenas, en septiembre de 2011, “me llamó para conformar un patronato en el que iba a intervenir la Secum, pero también la Universidad Nicolaita, y el Ayuntamiento de Morelia; ese es el que le daría continuidad, porque los funcionarios son solamente por un tiempo determinado, después cambiar de asignatura”, refirió.
Zalce de Guerriff manifestó que aunque las administraciones cambien, ella sigue siendo la hija de Alfredo Zalce. “Sigo luchando porque esa casa, que era el sueño de mi padre, se convirtiera cuando ya no estuviera en un centro cultural, en un museo de sitio”, dijo, y aseguró que, en su momento, se había presentado un proyecto de trabajo al respecto.
“Entonces no entiendo por qué teniendo el gobierno michoacano seguramente muchos inmuebles donde albergar a la Secretaría de Cultura y a sus diferentes departamentos, hayan elegido precisamente un lugar que es emblemático, un lugar que debe de ser un centro cultural, pero bien hecho, no nada más dar un tallercito por ahí de grabado o que vayan las señoras a pintar acuarelas, sino una cosa consistente, como es el proyecto que se presentó”, aseveró con evidente molestia.
La hija del pintor, quien dirige la Fundación Cultural Alfredo Zalce, señaló que cuando estuvo al frente de la Secum Marco Antonio Aguilar Cortés, se reunieron varias veces porque el secretario se mostraba interesado en el proyecto del centro cultural. Él al principio le decía que se vieran ese mismo día, a lo que ella le contestaba que vivía en Ciudad de México, “por lo que le pedí avisar con tiempo para organizar los tiempos y poder viajar, lo entendió muy bien y nos vimos en muchísimas ocasiones”.
Beatriz Zalce manifestó estar dolida y decepcionada. Dijo no entender por qué ahora están realizando eso en la casa que era de su padre cuando podría utilizarse incluso para atraer turismo. Pidió tomar los ejemplos de otros países, como sucede en Francia, donde se puede visitar el taller convertido en museo del escultor Augusto Rodin, ¿por qué no hacer eso con Zalce? Si es uno los más grandes artistas no solo de Michoacán o de México, sino a nivel mundial, en la historia de la plástica de la humanidad, Zalce ocupa un lugar importante, y no me vengan con que nadie es profeta en su propia tierra, no lo acepto”.
Expresó que la casa de la avenida Camelinas número 409 de la colonia Félix Irieta en la capital michoacana, la compró el gobierno de Lázaro Cárdenas con dinero del gobierno, “dinero del pueblo, de los impuestos”, y cuestionó la manera de actuar de las autoridades de cultura sin consultarle a nadie, a la población que paga los impuestos.
“¿Por qué no le preguntan a la comunidad artística su parecer al respecto? ¿Por qué no le preguntan a los diputados, a los senadores que votaron por unanimidad para poner en letras de oro en el Congreso el nombre de Alfredo Zalce junto a los hombres que nos dieron patria?”, cuestionó.
Fue clara al señalar que cualquier edificio puede servir para oficina, pero a un lugar emblemático se le tiene que dar su lugar emblemático. También cuestionó que por qué no se les consultó al patronato que fue formado con el objetivo de crear el centro cultural en esa casa, y abrirla a todo el mundo, no solo al Gobierno en turno.
Aseveró que la casa donde vivió el muralista y donde tenía su taller fue construida en los años sesenta, “medio siglo donde un hombre estuvo dedicado a la creación y a la enseñanza, no a la burocracia”.
La también arquitecta indicó no saber por qué razón no se realizó el proyecto de la Casa Zalce bajo la administración de cultura de Marco Antonio Aguilar Cortés, ya que él tenía la voz cantante del proyecto al dirigir el patronato en su momento, incluso antes de salir de su cargo como secretario, se aseguró que el proyecto iba a realizarse, “¿falta voluntad política? es una pregunta porque el proyecto estaba, y no solamente estaba, fue aceptado, gustó, no sé qué faltó, quisiera saberlo, me preocupa saberlo, me preocupa como hija de Zalce, me preocupa como mexicana”.
Creo que sería un gran acierto revertir esto porque todavía esta administración de Silvano puede corregir, puede mostrar que se preocupa por la cultura y el arte, en corregirlo sería algo maravilloso. A él también hay que preguntarle”, sugirió.
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