Se presentaron en Morelia Armando Manzanero y su hijo
MORELIA, Mich., 2 de junio de 2017.- Se presentaron Armando Manzanero, su hijo Juan Pablo Manzanero, y la cantante Aranza, en un concierto en el Palacio del Arte. El espectáculo, que duró poco menos de dos horas, fue motivo para que decenas de morelianos se presentaran a escuchar los éxitos, sobre todo los del cantante yucateco.
Manzanero abrió con Somos novios, y se siguió con Esta tarde vi llover ante la ovación de la gente que se dio cita en el Palacio del Arte. Vinieron más éxitos como Huele a peligro, y junto a Aranza interpretaron 'Nada personal' y el tema de la novela Mirada de Mujer, Dime. Después vino Dormir contigo, y entonces Aranza cantó A que vive contigo, que interpretaba Manoella Torres.
Soy un maya bendito sea Dios, dijo el cantante en una pausa entre tema y tema. Señaló que aunque maya, también tiene sangre europea, y relató una leyenda donde dijo divertido que a los españoles que llegaron a Yucatán, sus compañeros se los comieron. Después soltó Contigo aprendí, después vino Adoro y Voy a apagar la luz, en ese momento su hijo Juan Pablo lo acompañó en el escenario.
Juan Pablo entonces se quedó solo y cantó un par de temas que él compuso y otros hicieron famosos, uno de ellos, Serás el aire, que cantó Sasha Sökol en su disco Once.
Ante el público, dijo que tiene el privilegio de grabar un disco con su padre: De Manzanero a Manzanero, con canciones compuestas por los dos. Un momento después cantó Tengo permiso.
Cantó una más antes de irse, y al hacerlo la ovación lo regresó para que interpretara un tema más, junto a su padre.
Armando Manzanero fue generoso y con anécdotas e historias. Recordó que lo crió con su abuela que era maya, y le decía en idioma maya: "buen día mi pequeño caballero, vamos a desayunar". Dijo que una vez lo vio pretendiendo a una joven, y le dijo: "pequeño muchacho, eso es una calentura, cuando seas mayor entenderás que no te alcanzará el tiempo" u ante la ovación, comenzó a cantar Nos hizo falta tiempo, y después 'No se tú.
Después, entre relato y relato, interpretó Mía, más tarde No y se despidió con Por debajo de la mesa, y cerraron los tres en conjunto con el tema Felicidad.