Se pierden las videotecas; jóvenes prefieren plataformas digitales
MORELIA, Mich., 10 de marzo de 2022.- Con el boom del internet y las plataformas digitales, poco a poco fueron desapareciendo los famosos clubes de vídeos de barrio y los blockbuster, sin embargo, en el corazón del bosque planetario aún sobrevive una videoteca, dependiente de la biblioteca Francisco J. Múgica.
Como muchos otros espacios dedicados a la cultura, durante la pandemia poco a poco se fueron deshabitando, pero aún más los interesados en los clásicos del cine; también es cada vez menos común encontrar un reproductor de VHS.
Los más jóvenes prefieren plataformas digitales como Netflix, Amazon o HBO, por mencionar algunas.
Juan Francisco Prieto Huesca, director de la videoteca, recordó que el último préstamo tramitado fue en los días previos al inicio de la cuarentena, a pesar de que se ha vuelto a la nueva normalidad, la gente aún no acude.
Para acercar nuevamente a los morelianos al séptimo arte, las autoridades tienen prevista promocionar la sala de cine que se encuentra en el Centro Histórico, propiedad de la Secretaría Cultura.
“La videoteca abrió desde diciembre de 1992, y desde entonces ha dado servicio e incrementado sus títulos, iniciamos con 308 videogramas y hoy con un poco más de 10 mil títulos”, declaró el director.
“Hay todo tipo de títulos, géneros como el romántico, de gangsters, de autor como Woody Alen, policiacos y musicales”, agregó Prieto Huesca, quien además recordó que, para poder acceder a los clásicos del cine, de los clásicos hasta los más recientes, basta con acudir con dos fotografías, identificación oficial con fotografía y comprobante de domicilio.
Entre los estantes de la videoteca puede uno acceder a cortometrajes y largometrajes clásicos del cine mexicano e internacional, pero también comerciales e infantiles, como Bichos.
Como otros sectores de la cultura, la videoteca se reinventa todos los días, optando por la proyección de una selección previa de películas cada semana, totalmente gratuitas en el Centro Histórico y que puede tener en promedio de 8 a 14 asistentes.
Los videoclubes se popularizaron en México a mediados de la década de los 80's, podría rentarse toda clase de películas en los famosos blockbusters o en pequeños negocios de las colonias populares, pagando una cuota de entre 10 y 15 pesos por día por cada VHS, sin embargo, con la popularización de internet y las plataformas digitales los negocios poco a poco fueron desapareciendo, quedando entre los últimos uno en la esquina de Nicolás Bravo y Zamora, en la colonia Juárez, y uno más en la calzada Juárez y el río, cerrado hace poco más de tres años, marcando con ello el fin de una era.