Santa María deleita a visitantes con el encanto único del mole
MORELIA, Mich., 15 de agosto de 2017.- El aroma a carne, arroz recién cocido, tortillas de comal, condimentos y el inconfundible sabor y olor del mole se perciben en la tenencia de Santa María de Guido, en Morelia.
La plaza principal, rodeada de juegos mecánicos y pequeños y variados puestos de comida completan la imagen que remite a un sitio donde la fiesta está presente.
Es la décima edición de la Feria del Mole, un escaparate que año con año ha distinguido esta zona de la capital michoacana donde se reúne el sazón y uno de los platillos más emblemáticos de la cocina tradicional mexicana.
El mole siempre es protagonista y en Santa María tiene un punto obligado de visita cada mes de agosto donde se observa su proceso de elaboración y en otros sitios solo su venta al público.
Las casi 20 cocineras que este martes se dieron cita en la zona sur de Morelia se mostraron contentas y gustosas de recibir a cientos de personas atraídas por la tradición anual, muchas otras, por el distintivo aroma.
Ofrecen de igual manera el mole preparado, que la pasta para prepararlo en casa, reiterando que "no es del dulce sino del que sí pica, y casero, como debe ser".
No hay quien no sucumba ante estos llamados ni mucho menos al sabor del mole 100 por ciento casero, con las especias requeridas, no dejando ingrediente alguno de lado, pues cada uno aporta su distintivo sabor mexicano.
La infaltable sopa de arroz también aparece en esta fiesta, humeante y con tono rojizo que acompaña las piezas de carne, habitualmente de pollo, pero puede ser de guajolote, bañada con el mole y en algunos casos, con ajonjolí.
Las bebidas son parte de este festejo, y aunque ofrecen con mayor atención las aguas frescas, la mayoría opta por un refresco, y no hay quien no pida cerveza, aunque sea de broma, pues no estaban en los ofrecimientos por la mañana.
Un trío de habitantes ataviados con camisa azul y pantalón de mezclilla en tonalidad más clara amenizaban una a una las decenas de mesas colocadas en el lado norte de la plaza principal, donde se encontraba la venta de mole.
Las cazuelas, rojizas y café, marcadas por el humo y la ceniza del fuego que mantenían el calor, lucían llenas de sopa, otras del mismo mole, y en ollas de aluminio la carne a la espera de ser servida a los comensales.
La oferta gastronómica se mantendrá hasta la noche, cuando las luces de los juegos mecánicos, la pirotecnia y la música tradicional acompañen a los visitantes que acuden a degustar los platillos y a pasar una tarde amena en esta tenencia que ya es un referente en cuanto a mole se refiere.
Cierra exitosa
La Feria del Mole de Santa María llega a su fin este martes 15 de agosto, después de dos semanas de actividades encabezadas en dicha tenencia.
El encargado de la comunidad, Wilberth Rosas, manifestó que este es un evento ya distintivo de la tenencia, que deja ver lo positivo y atractivo del lugar, y que con la Feria se apoya económicamente a las familias.
En esta edición la apuesta era llegar a los 30 mil visitantes o más en estos días de celebración con motivo de las Fiestas Patronales que comenzaron el 1 de agosto y concluyen este martes 15 con este deleite culinario.