¿Sabías que José María Morelos tuvo un hijo que no lleva su apellido?
MORELIA, Mich., 30 de septiembre de 2024.- En este aniversario número 259 del natalicio de José María Morelos y Pavón, bien caben algunos datos interesantes y poco conocidos sobre este héroe independentista nacido en Valladolid, hoy Morelia, nombrada así en honor a este personaje de la historia llamado Siervo de la nación.
En información obtenida en páginas del Gobierno de México y a través de la Secretaría de Cultura de Michoacán, se destaca por ejemplo, que este personaje clave en el movimiento de Independencia de nuestro país, dejó su ciudad natal a la edad de 14 años a fin de irse a trabajar a la hacienda de San Rafael Tahuejo, en Taretan, la cual era propiedad de un primo de su padre, llamado Felipe Morelos, donde además de aprender a cultivar maíz y añil, también se aficionó a la ganadería y a la arriería, y en algún accidente en esta última actividad, se fracturó la nariz.
José María Morelos tuvo un bisabuelo adinerado llamado Pedro Pérez Pavón, quién dejó un capital para su hijo José Antonio. La única condición que se le pidió para acceder a este capital, fue que se ordenara en el sacerdocio y así sirviera a una capellanía. Sin embargo José Antonio se casó y ya no cumplió este mandato, por lo que la mamá de Morelos pidió que este capital se le pasara a su hijo, y de esta manera el héroe libertador se convirtió en sacerdote a los 24 años.
A través de documentos que lo expresan así, se supo que Morelos fue profesor de retórica y de gramática en la ciudad de Uruapan, y en ese pasar por la academia también dedicó tiempo a la poesía de autores como Virgilio y Ovidio, lo que le valió tener agilidad en la pluma y de esta manera plasmar documentos importantes que han quedado en la historia de nuestro país, uno de ellos Los sentimientos de la nación.
En el municipio de Carácuaro es muy recordado el héroe independentista, ya que tuvo un paso importante esos rumbos. José María Morelos fue párroco de la capellanía de Carácuaro, por lo que escribió una muy devota novena a la milagrosa imagen del Señor de Carácuaro.
Se sabe que Morelos, pese al celibato eclesiástico que debía guardar, tuvo un hijo llamado Juan Nepomuceno Almonte, además de una hija llamada Guadalupe Almonte. Ambos hijos no llevan su apellido debido a lo expresado anteriormente, sin embargo procuro la crianza y educación de ambos, sobre todo de Juan Nepomuceno.
El inquebrantable héroe nacional también tuvo sus problemas de salud. Se sabe que en la llamada retirada de Cuautla, esto al romper el sitio el 2 de mayo de 1812, el Generalísimo cayó de una mula, esto le generó una contusión de gravedad lo cual lo mantuvo semanas enfermo.
La que es quizá la imagen más emblemática de Morelos, es una que se realizó en Oaxaca donde aparece pintado vistiendo por única vez el uniforme de capitan general, un regalo hecho por Mariano Matamoros. En la imagen, vestido en este uniforme, aparece con una cruz pectoral que era del obispo de Puebla.
El padecer con constancia migrañas, llevó a Morelos a usar un paliacate, el cual remojaba en alcohol y eucalipto.para así aliviar estos dolores que incluso le borraban la vista. Por ello aparece en muchas representaciones con un paliacate en la cabeza.
El Generalísimo evitó ser llamado alteza o cualquier otro título de este tipo. Él prefirió que ser llamado Siervo de la nación, algo que salió del Evangelio según San Marcos en su capítulo 10 versículo 43 que dice: “Mas no es así entre vosotros; antes el que quisiere ser el mayor, será vuestro criado; el que de vosotros quiera ser el primero, sea siervo de todos”.
Se dice que el ex emperador y militar francés Napoleón Bonaparte estuvo impresionado por los triunfos militares del Generalísimo, fue tanto su asombro que dijo “Con cinco hombres como él conquistaría el mundo”. No obstante no hay nada que avale esta anécdota que entra más bien al mundo del mito.
La acusación principal a Morelos para su captura fue la traición, y también fue condenado a degradación eclesiástica y por lo tanto declarado hereje. Sus detractores logran coaccionarlo para retractarse a cambio de poder recibir los sacramentos antes de fallecer, esto el 22 de diciembre de 1815.
Se sabe que su última voluntad antes de ir al fusilamiento, fue comer un caldo de pollo. Finalmente ese 22 de diciembre el Generalísimo José María Morelos y Pavón fue fusilado en San Cristóbal Ecatepec.