Presentan Ayer maravilla fui última película en competencia del FICM
MORELIA, Mich., 27 de octubre de 2017.- Ambientada en la Ciudad de México y en formato blanco y negro, Ayer maravilla fui, de Gabriel Mariño se presentó ante medios como la última película en competencia dentro del Decimoquinto Festival Internacional de Cine de Morelia.
Emilio es un hombre mayor con mal de parkinson que levita realizar algunas cosas se muestra su cotidianidad donde riega sus plantas y les habla, en la que realiza figuras humanas con cerillos.
Todos los días pasa por una peluquería donde atiende Luisa, y poco a poco va naciendo una amistad.
Una mañana se despierta con una forma diferente; ya no es más Emilio, ahora es una mujer llamada Ana, y aquí la historia empieza enredarse para tejer la trama donde se mezclan la ciudad y sus solitarios habitantes.
En rueda de prensa al término de la función de prensa, el director expuso que les llevó cinco semanas de filmación, y dejó en claro que la película es totalmente independiente. Además explicó que no utilizaron un guión, sino una especie de relato corto o guía de 15 páginas.
Aseguró que la idea era desde un inicio hacer una fábula moderna, con un personaje que cambiara de cuerpo, utilizando algunos detonantes: el cuestionamiento sobre si nos enamoramos de la escencia o del físico; esta idea que viene de los 50 y 60 y que se plasmó en películas de la época, acerca de un ente que roba los cuerpos; y la fascinación por la Ciudad de México.
El director aseguro que es un film sin grandes efectos especiales. Indicó que le interesó tratar de construir imágenes interesantes que cuenten cosas, con varios planos de lectura que inviten a pensar sentir y reflexionar.
Dijo que en ese sentido con Iván Hernández, el director de fotografía y su cómplice principal en referencia a la imagen, pensaron que el blanco y negro era una muy buena opción para contar esta historia, "porque blanco y negro es un dispositivo que permite tener un pie en la realidad y otro en el recuerdo"
Gabriel Mariño manifestó que Iván Hernández se aventó la fotografía de la película sin iluminación, algo que le pareció interesante, un hecho que contrasta con la mayoría de las películas, se hizo así en primera instancia porque no contaban con el recurso suficiente para la iluminación, sin embargo también se dieron cuenta que esa característica podría ser un detonante, y al final así fue; le dio un look particular y diferente, mencionó el cineasta.
Al respecto, el director de fotografía explicó que para él en su primer acercamiento a la película, esta refería a la imposibilidad o posibilidad del amor, y en este sentido usaron el blanco y negro, y también porque hay un personaje inmerso en una ciudad que aman y odian. Indicó que no es sólo iluminar por hacerlo, sino es para darle carácter al personaje, "más que darle una luz, es desde dónde lo ves", indicó.
El director dijo no saber el género de la película, "con que sea película me conformo" expuso con cierta diversión, y aseguró que el filme que presentan es un dispositivo que permite hacerte preguntas muy profundas sobre la condición humana, el cine también permite plantearlas de manera realista.
Por su parte, la actriz Siouzana Melikian, quien interpreta a Luisa, indicó que si bien no había un guión, sí había una anécdota, tenían claro lo que debian hacer en cada escena, y sobre eso ensayaban previo. Le gustó esta manera de trabajar, porque les permite desarrollar en una escena con acción, ademas corría la cámara y empezaban la acción cuando lo sentían, "fue increíble trabajar así", expresó.
A su vez, el actor Hoze Meléndez señaló que el director les daba toda la libertad para proponer y a veces podría parecer como una cuerda floja, pero nunca se sintió así porque confiaba en el trabajo del director. Señaló que le pareció interesante trabajar una historia que no es realista y poder creer te lo con las pocas palabras que te decía el director.
La soledad es muy importante en el filme, dijo el director quien utilizó la frase 'emergencia existencial' que robó de una amiga y que explica lo que sucede en la película, donde el cuerpo es una frontera que significa; al final está uno solo con su cuerpo, es un planteamiento existencialista, además el hecho de estar en la ciudad y sentirse solo, expresó.
Respecto a la música que se utilizó en la película El director manifestó que está música y la imagen se usan para crear algo más que sólo acompañar o apuntalar una imagen. Expresó que en todo caso la música o los diálogos deberían decir lo que la imagen ya no puede decir, imagen más diálogo o música crear un montaje mental. Manifestó que en la película aparece mucho el ruido de la ciudad, y también el de la lluvia, que hacen del trabajo una película sensorial.
La productora Gabriela Gavica indicó que toda las condiciones que se dieron para que fuera posible la película, marcaron una pauta creativa, tanto así que nunca más se volvió a cuestionar una vez que fue asumida.
Manifestó que buscaron locaciones de acuerdo a lo que necesitaba la película; una cosa que quedó muy clara fue este amor odio del director por la Ciudad de México, Polo que se dispusieron a buscar los lugares en la CDMX.
Una parte que resultó muy trascendente fue elegir el centro de la ciudad que evoca el tiempo a través de los edificios, y da un dejo de nostalgia el cual era indispensable para la película, puntualizó la productora.