Presenta María Novaro la inquietud de la niñez en Tesoros
MORELIA, Mich., 18 de febrero de 2024.- La directora del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), María Novaro Peñaloza, visitó Pátzcuaro y Morelia donde presentó funciones especiales de una película que realizó en 2017, titulada, Tesoros, que hizo con su familia y se trata de una cinta para niños que puede disfrutar toda la familia, precisó.
La directora de cine realizó una función especial de esta película, primero el pasado viernes 16 de febrero en el teatro Emperador Caltzontzin del Pueblo Mágico de Pátzcuaro. Tras la exhibición de este filme que dura 96 minutos, la especialista interactuó con los asistentes con una dinámica de preguntas y respuestas.
En su visita ese mismo viernes, primeramente participó de la presentación de la Comisión Fílmica de Morelia como invitada especial; en tanto que el sábado acudió a la sala de cine Solaris donde hizo una función especial con motivo de su película filmada previo a la pandemia.
La película Tesoros, que se empezó a filmar en 2015 y se buscó su exhibición en 2017, cuenta la historia de unos niños que viven en la costa en el estado de Guerrero, en concreto en Barra de Potosí, y cada uno tiene sus circunstancias sin embargo, en alguna ocurrencia por su edad y su manera de percibir el mundo, deciden buscar un tesoro.
Una vez exhibido el filme, el cineasta moreliano Juan Pablo Arroyo, responsable de esta sala, pidió a la directora de cine y a su nieta, Jacinta Chávez de León, quien participó en esta película cuando tenía seis años, que pasaran al frente. Ahí, la joven señaló que fue una película amable para todos los niños que participaron, por lo que le gustó la experiencia aunque dijo no se dedica a la actuación ni a nada relacionado al cine actualmente.
Por su parte, María Novaro externó que el objetivo principal para hacer esta película fue hacer algo con sus nietos y dedicado a los niños de México, donde también participaran otros niños en ese rol auténtico y de libertad que tienen los infantes, y aunque todo esto se dice fácil, expresó, lleva toda una metodología y se tuvieron que poner reglas en el juego.
La primera de las reglas fue trabajar todo a dos cámaras, indicó, por ello hubo dos cinefotógrafos. Otra de las reglas fue operar la cámara siempre a la altura de los niños, y que fuera en mano para poder reaccionar a lo que hacían los niños, lo cuál no resultó fácil porque requería que quienes se encargaban de hacer la fotografía buscaran el arnés correcto para trabajar.
"Era una metodología muy cercana al documental para contar una ficción, digamos, hubo un juego así como de 'vamos a tomarnos el tiempo', y como si hiciéramos documental pero es una ficción", indicó.
Para elegir a los niños que participaron en esta película, se realizó un casting en la comunidad de Barra de Potosí en Guerrero, externó, un lugar con cierto riesgo y un tanto peligroso por la situación que se vive actualmente, sin embargo se quiso grabar la parte relajada y bella de este lugar, para mostrar que México no solo es la violencia o otro tipo de temáticas, sino que también se puede abordar a través del cine la belleza del país.
Una característica que encontró la directora en este película y que quiso resaltar en la misma, fue la libertad con que se mueven los niños, la libertad incluso en la fantasía, en la emoción de vivir cerca del mar y recurrir a las historias de piratas de tiempos lejanos.