Panteón prehispánico en Huetamo revela vasijas funerarias de 1250 d. C.
MORELIA, Mich., 13 de octubre de 2022.- Los municipios del bajo Balsas atesoran la extensión más amplia de vestigios arqueológicos de Michoacán, entre ellos, una práctica funeraria única en nuestro estado: el panteón de Chihuero, en Huetamo, 42 vasijas funerarias del año 1250 después de Cristo.
Un estimado de hasta 250 años antes de que Tzintzinpandicuare admitiera en su imperio al pueblo Matlazinca en Huetamo y Cutizio, hubo otra cultura con tal desarrollo que ya tenía pleno manejo de los metales y también de complejas prácticas funerarias.
José Luis Punzo, arqueólogo investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), encabezó el proyecto que permitiría ubicar al único panteón prehispánico conocido en Michoacán, hallazgo que evidencía que antes de los ucúsechas había civilizaciones igual de avanzadas.
Fue en el sitio Los Tamarindos, que los investigadores pudieron encontrar este vasto panteón, cuyas características pueden ser desconcertantes. No es un mausoleo para la élite, guerreros, sacerdotes, mujeres o niñas.
"En el análisis al ADN hemos encontrado que hay de todo; hay desde jóvenes a niños y adultos, es un poco variado, no es un solo segmento de población", dijo en entrevista con Agencia Quadratín.
Aunado a la variedad de individuos incinerados y enterrados en sus vasijas, hay algunos que parecen haberse enterrado en compañía de otros individuos.
"Son vasijas sencillas sin decoración. No son muy sofisticadas. Hemos hallados cascabeles y pedazos de cobre", agregó.
Las vasijas funerarias aún se encuentran bajo estudio de los expertos, quienes han comenzado con la reproducción en 3D de los objetos localizados dentro de las que no se han abierto, con fines de preservación.
En las ofrendas a los terracalenteños históricos pusieron pedazos de cobre y aros, quizás propiedad de los mismos muertos. Todavía no lo determinan los investigadores, pero con la tecnología que actualmente se cuenta podría revelarse más sobre el Michoacán sureño desconocido, que también guarda una cueva: Los Hacheros y a sus habitantes, un grupo de hombres, mujeres y niños cazadores recolectores, probablemente los primeros michoacanos.