Narra Julio Santoyo en Tierra Cruzada: amor, guerra y constitucionalismo
MORELIA, Mich., 6 de septiembre de 2024.- En la novela histórica Tierra Cruzada, del activista, escritor y analista Julio Santoyo Guerrero, presentada este viernes, todo se mueve entre la época constitucionalista y la guerra cristera, además profundiza en distintos personajes que matizan la historia contada, se va entre amores y cruces de destinos.
Durante la presentación, realizada en el auditorio de la Facultad de Historia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), comentaron el libro el historiador Alonso Torres, y el también historiador y periodista, Arturo Herrera, quienes desmenuzaron las historias que formaron la novela.
En su participación, Alonso Torres destacó la capacidad del autor de transmitir sensaciones, momentos y situaciones, y un liderazgo por esas características intelectuales y personales. Destacó lo escénico de la trama que gira alrededor de la región de Villa Madero y su entorno, y también en el bosque y el agua, un asunto de actualidad, y que a partir del porfiriato se explota de manera más profunda estos recursos de esa región.
Los árboles maderables de esa región, encinos, servían para los rieles del ferrocarril, indicó, y la planta hidroeléctrica instalada en esa región michoacana que operaba ahí, era de mucha importancia y que voló el bandolero "social" Inés Chávez en 1918, y que fue reconstruida para seguir operando.
Los porfiristas de la época, externó el historiador, estaban enfocados a los negocios, buscaron la explotación.
Es en la década de 1910 hay una etapa constitucionalista que tuvo mucho impacto en Michoacán y que Julio Santoyo explora a través de sus letras.
El escenario de la novela, indicó Alonso Torres, es Cruz de Caminos, hoy Villa Madero. También se habla con constancia de Acuitzio y se menciona una parte de Tierra Caliente, y en todos estos lugares surgen personajes de carácter momentáneo, algunos se encumbran más tarde en áreas políticas y sociales.
Los textos de Julio también abordan amores y envidias en la disputa entre dos hombres, dos generales: Anastasio Pantoja y Joaquín Amaro, ésta debido al amor de una bella mujer de Acuitzio, indicó y describió a otros personajes, muchos de carácter nacional y que le dan cuerpo a la historia de esta novela histórica. En particular, reflexionó sobre el personaje de Amaro.
Resaltó el comentarista el uso constante del autor de fuentes escritas, de trabajos casi doctorales para documentar su obra, además de la historia usada como fuente y herramienta, y los relatos de historias de la familia.
Por su parte, Arturo Herrera Cornejo externó que notó a lo largo de la novela, además de los testimonios y el ser un historia coral que muchas personas cuentan, datos duros y un trabajo riguroso, pero vio además un afecto especial, se siente en el texto, en algunos personajes sobre todo en las historias de amor.
Ahondó en la historia de Josefita Coria y Tomasito Santiago, que tiene qué ver con otros personajes como Gertrudis Sánchez o Armadillo, que aparecen en la novela en medio de la trama. Expuso también todas esas regiones de la novela donde se dio la revolución constitucionalista en Michoacán.
Toda la novela, expresó, transcurre entre el amor de esta pareja de personajes, historia que lleva a la muerte en medio de fenómenos de violencia y donde operan muchos personales, porque la novela es también un cruce de destinos; Tierra Cruzada está llena de cruces. Ya solo queda preguntarle al autor la cercanía con Josefinita y Tomasito, adelantó el historiador.
Sobre su novela, Julio Santoyo externó que había en el auditorio muchos de sus familiares y que de alguna manera aparecen en la novela "pero aún no lo saben porque todavía no la leen". Sobre eso, indicó que mucho de lo que se escribe no siempre es ciencia ficción debe partirse de algo para matizar la historia.
Resaltó la presencia de familiares en el auditorio, de muchos de los personajes que aparecen entre las páginas de esta historia.
Sobre el origen de esta novela, Santoyo Guerrero expuso que siempre hay un mínimo interés por sabe qué es lo que hay detrás de la familia, y le contaron muchas historias a manera de cuentos y así los tomó. Sin embargo con el tiempo se fue dando cuenta que esos cuentos fueron verdad y empezó a hacer sus indagatorias, y comenzó así el cruce entre los cuentos contados y la historia de la región.
Cuando se escribe algo, el lector hace una lectura propia de lo que hay y esa es una maravilla, porque se parte de referentes distintos. Esta novela, confesó, es su primera obra y le costó mucho esfuerzo, años, porque se dice que para escribir una línea se requieren leer tres libros, lo cual es complicado.
El realismo mexicano se ha tenido olvidado, dijo, y una escritora mexicana que es puro realismo mágico, es Elena Garro, porque en su libro, Recuerdos del porvenir, que le inspiró porque es la tierra en esa novela el testigo principal de lo que ella vivió, lo que está pasando sobre ella.
También es llevar la mirada a nuestro terruño, externó, llevar la mirada pública de una sociedad a un lugar que tiene cierto anonimato, que la gente volteé hacia estos lugares, sí anónimos, pero tiene historias.
Se dijo un apasionado del medio ambiente, una faceta por la que muchos lo conocen en la actualidad, sin embargo subyace una pasión filosófica, reconoció, porque la humanidad no puede entenderse sin su ecosistema planetario, porque sin esto no hay nada, y el hecho de plantel en la novela el tratar de ubicar los ojos en estas zonas un poco perdidas, es atraer la atención, porque ahí hay gente que ya está luchando y vale la pena tener empatía por las causas de estas gentes.
Y al final, resulta que los emblemáticos personajes de Josefita y Tomasito, quienes aparecen a lo largo de toda la novela, son sus abuelos, develó el autor.