Luis Ángel: cuando el talento joven decide quedarse en Michoacán
MORELIA, Mich., 1 de agosto de 2019.- Está joven y permanece en la comunidad; no se ha ido a vivir a los Estados Unidos o a buscar otra actividad como suelen hacer los jóvenes que ya no quieren seguir el oficio de los padres. Se trata de Luis Ángel Anastasio, quien ya se prepara para presentar sus piezas en la vigésima Feria del Mueble Rústico y Textil Bordado de San Francisco Pichátaro, perteneciente al municipio de Tingambato.
A los 14 años solamente era un ayudante. Le decían: "trae clavos", "recoge la basura", o "tráeme esos materiales", y fue más o menos como a los 16 cuando empezó a tomar motores y herramientas. Fue finalmente como los 17 años que ya empezó hacer muebles él solo, cuenta a Quadratín.
Actualmente Luis Ángel Anastacio ya no es ayudante; él prepara sus propios muebles a la edad de 20 años, aunque no ha abierto su propio taller, sigue trabajando con su padre.
La dificultad para hacer muebles o tallarlos es variable, dice, y relata a Quadratín que uno de los muebles que a él le cuesta más tiempo es un closet "todo tallado, todo tapado, y más la instalación, que es la más complicada porque si no están las medidas queda chueco, queda más de un lado, y como está muy grande no entra dónde debe entrar".
Un trabajo como éste requiere primero conocer las características que necesita el cliente, explica, porque puede ser liso o con más detalles, y este último va a tardar más. Si el artesano piensa en un mueble más elaborado, podría llevarse aproximadamente un mes y medio de trabajo para terminarlo completamente.
Pero no en jornadas normales de ocho horas, sino hasta 13 horas diarias trabajándolo, "sería desde las 8 de la mañana a las 9 de la noche, unas 13 horas trabajando", dice mientras permanece frente a la cámara con una máscara en una mano y en la otra el cartel del evento que viene a publicitar. Asegura que un mueble de estas magnitudes y características lo podría vender hasta en 9 mil pesos.
Los productos dentro de la mueblería que son más económicos y más fáciles de hacer son "los peinadores", los que la gente suele conocer como tocadores; "llevan su marco y su taburete, unos banquitos", dice. También los respaldos de cabecera son más económicos y accesibles; la gente los puede comprar con un costo que va de los 800 a los mil pesos.