Leyeron poemas para celebrar cumpleaños de Gaspar Aguilera en Morelia

MORELIA, Mich., 29 de enero de 2017.- "Leamos de chico a grande" sugirió Neftalí Coria para iniciar la lectura de los poemas en el Conservatorio de las Rosas, con motivo de los 70 años de nacimiento del poeta chihuahuense Gaspar Aguilera.

El poeta michoacano empezó leyendo una Mariposa, que debió llamarse, dijo, una Mariposa sobre las vías. Después Uno de un alacrán. Enseguida leyó un poema de un libro inédito, uno que escribió en Mexicali, llamado Mexicali Night Club, y ahí terminó su participación.

Al frente de la sala audiovisual, que más bien parecía el fondo, estaba una mesa dispuesta para los poetas. Al centro el homenajeado, Gaspar Aguilera, escuchando atento la lectura de los poemas de sus amigos. A su lado izquierdo, el poeta Marco Antonio Campos. A su lado derecho, Neftalí Coria y después Jorge Bustamante.

Los presentes no llenaban ni la mitad del espacio de paredes pálidas e iluminación fría, pero no fue necesario, la poesía llenó los espacios, e incluso las ausencias se hicieron poéticas.

Jorge Bustamante tomó el micrófono. El poeta colombiano contó que conoció a Gaspar hace 30 años en un recital de José Antonio Cedrón en Bellas Artes y fue muy generoso con él. Coincidió con Neftalí sobre la tenacidad para trabajar de Gaspar, y sobre todo la tenacidad de su madre; "hay que celebrarla también", sugirió.

Al igual que Neftalí Coria, Jorge Bustamante leyó un poema sobre un bar de Culiacán llamado 'Francis, "Una mujer anda por las calles de mi vida". Después habló de un texto, de una fábula con poetas con los que ha hablado y se ha cruzado, "es una especie de novela" dijo y acto siguiente leyó cuartetos de los poetas, "van siendo amigos en la medida que uno los va leyendo".

Entonces tomó el micrófono Marco Antonio Campos. El poeta originario de la Ciudad de México, explicó que conoció Morelia por Gaspar en 1973. Recordó que conoció al poeta chihuahuense en el taller de Juan Bañuelos, dijo que ambos creen en la misma poesía. Siguió con los recuerdos: expuso que después de la segunda fase del Encuentro de Poetas Latinos de 1999 en Oaxaca, hablaron con Gaspar Aguilera y él fue el intermediario para traer por primera vez el encuentro a Morelia.

Marco Antonio Campos le dedicó el poema 'Se escribe' a Gaspar. Después leyó uno sobre los poetas modernos, "que creen hacer vanguardia, pero les pides un poema de memoria de Bretón, esos que hablan de la vanguardia, los poetas modernos".

Vinieron después las lecturas 'Adiós a la infancia', (Siempre hay una muchacha. Se llamaba Graciela) y 'Los padres', con el tema del doble sentido en la relación parental, "los padres que no se entienden con los hijos y las generaciones que tampoco se entienden".

Leyó entonces 'Aquellas cartas', el recuerdo de una muchacha que conoció en el 72. Ese poema ganó el premio Antonio Machado en España y le dieron 15 mil euros por un él, expuso. Vino después Cefalonia, en referencia a la última Isla de Ítaca. Terminó su lectura con el poema 'Inscripción en el ataúd'.

Gaspar Aguilera agradeció a sus amigos entrañables por lo que nombró como su 'prefestejo', "ojalá en octubre o noviembre podramos seguir celebrando", dijo. Leyó poemas cortos, síntesis de lo álbumes familiares 'Álbum familiar uno 8x10',  'Dos 11x14' y 'Tres 16x20'.

Después leyó el poema 'Paseo por tu cuerpo', de la antología Zona de Derrumbe. Señaló que le han criticado de que no ha escrito sobre Morelia, "sobre el lugar donde uno vive, sin embargo donde se está siempre se lleva el lugar donde se radica". Hizo un homenaje modesto para el poeta potosino David Ojeda, quien falleció hace unos meses.

Leyó poemas de un libro reciente, de 2014; 'Historia de todas las cosas', una disertación sobre el amor, después vino un poema de un personaje femenino; 'Penélope llega a los 80' cómo un homenaje a la mujer. Así vinieron unos pocos poemas más, hasta llegar a 'Te amé', ahí terminó la tertulia poética.