La danza de las fieras: desgarradora visión de la trata de personas

MORELIA, Mich., 24 de octubre de 2017.- Es probable que por el solo título nos anticipe el contenido; La danza de las fieras es una película así de desgarradora, como si una fiera mordiera en una danza macabra. A través de este filme de dos horas, seis directores usan la lente para mostrar una visión muy completa de la trata de personas en nuestro país. Mediante cuatro trabajos de ficción y dos documentales retratan este desgarre social.
La película Inicia con el cortometraje Followback, bajo la dirección de Alayde Castro Hernández y Stacy Perskie; un trabajo muy particular porque utiliza un formato poco visto en el cine; el uso de pantallas de teléfonos celulares. La historia gira alrededor de una adolescente que es engañada para integrar la larga fila de explotación sexual que impera en México.
Después, con Desechables, dirigido por Miguel A. Fernández; se muestra de manera desalentadora y real, como el crimen organizado en México suele reclutar adolescentes para los trabajos duros, en concreto el de asesinar personas.
El cortometraje Voces Blancas, de Ana Diez; es quizá el más esperanzador de todos porque le da la voz a los niños y adolescentes a través de un documental, que de todas maneras mantiene la idea de que algo oscuro subyace.
En Todos queremos dormir, de Rodrigo Ruiz Patterson; muestra la desesperación de una madre al saber secuestrada a su hija, los martirios burócratas, y lo que puede ser capaz de hacer esta madre con tal de recuperar a su hija, a costa de su propia existencia.
El sol bajo los pies, de Ángel Linares, es un cortometraje documental que retrata el problema de la explotación laboral en los niños, el cual parece invisible porque suele normalizarse a través de la idea del trabajo en familia. En el cortometraje se muestra esta nueva esclavitud del Siglo 21, donde los jornaleros y sus familias son explotados a la vista de todos.
Finalmente, Que canten los niños, dirigida por Gina Herrera, es un trabajo de ficción donde en todo momento se siente la vulnerabilidad de sus protagonistas, unas niñas que difícilmente superan los 12 años. La trama gira alrededor del desamparo y la miseria de vivir en supuestos albergues que no hace más que explotar laboral y sexualmente.
Al término de la película, presentada en el marco del Decimoquinto Festival Internacional de Cine de Morelia, los directores se presentaron ante el público que posiblemente estaba pasmado, impresionado, horrorizado y mudo en un principio. La cinta fue exhibida a las 20:30 horas en la sala 2 de Cinépolis Las Américas, y tanto fue el querer hablar del público, que la presentación terminó cerca de las 23:30 horas.
La película provocó que los presentes se preguntaran qué hacer ante este problema de la trata de personas con fines de explotación en cualquiera de sus vertientes, y los directores por lo pronto han cumplido con llevar el problema a la pantalla, y ofrecer su película cono material didáctico en escuelas, albergues y donde quiera que se presente, a través de la asociación Educadores sin fronteras.
Alayde Castro, una de las directoras, manifestó que una de las razones de la película es ser exhibida, y pidió a los presentes no quedarse callados, "lo que podemos hacer es hablarlo, es comentarlo entre nosotros y empezar a incomodarnos porque son temas que nos incomodan, porque de alguna forma podemos ser responsables sin darnos cuenta", indicó.