Jesús del Río, director, actor y formador en la Casa de la Cultura
MORELIA, Mich., 7 de octubre de 2021.- Desde las 11 horas, algunas personas llegaron a la Casa de la Cultura de Morelia, lugar donde se llevaría a cabo un acto de homenaje para Jesús del Río. Faltando poco menos de 20 minutos para el mediodía, con la presencia de la familia del histrión, inició el homenaje.
En el ágora de ese recinto, donde también estuvo Gabriela Molina, Secretaria de Cultura de Michoacán, Ivonne Solano, jefa de la Casa de la Cultura de Morelia, expuso que las personas presentes no solo habían sido testigos del trabajo del artista, sino también de la cercanía y cariño de Chucho.
La presencia de la comunidad de la Casa de la Cultura, es un aliciente necesario para la familia de Jesús, expresó Ivonne ante los presentes, y expresó que su mensaje era para agradecer la presencia, para cobijar a la familia; "como lo que hemos venido haciendo en distintos momentos, compañeros, alumnos, colaboradores, en un mismo objetivo llamado: 'Casa de la Cultura".
Destacó su trabajo como formador, como director, como actor de teatro, pero también como artista plástico y escritor.
Después habló Fedra del Río, hija de Chucho, quien, con la voz entrecortada, expresó que una parte que le daba tranquilidad era estar en la Casa de la Cultura, en la casa de Jesús del Río. Contó sobre la trascendencia de su padre en la vida de muchas personas, en el arte de Michoacán. Se dijo agradecida y orgullosa por haber compartido la vida con Chucho como su hija, al igual que lo estaban sus hermanos y su compañera de vida.
Explicó que en la faceta de Chucho como artista plástico, ella hizo un poema en la inauguración de sus trabajos, incluso habían acordado realizar un poemario, algo que no se concretó. Después leyó el poema.
Gabriela Molina, frente a la familia y a quienes acudieron al homenaje, expresó sus condolencias y resaltó la trayectoria de más de cincuenta años de Chucho, que lo convirtió en una institución, sobre todo en eso recinto cultural; es un artista que trasciende su quehacer cotidiano, y eso lo dejará para siempre en su casa, en la Casa de la Cultura, externó.
Antes de retirarse, la gente ordenada a través de una fila, hizo una guardia de honor para Chucho, cuyas cenizas reposaban en ese momento al interior de La Capilla, ese foro emblemático tan de él, que muchas veces lo vio como formador, como director y como un impulsor tenaz y dedicado del teatro.