Impuesta, obligación a mujeres de cuidar adultos mayores: Karla Oceguera
MORELIA, Mich., 3 de octubre de 2024.- En Hasta que el alma baile, cortometraje de Karla Oceguera, se muestra cómo le es impuesta a la mujer, por obligación, los cuidados de personas mayores o personas enfermas, por lo que su directora busca poner el tema en discusión y así buscar un equilibrio donde no resulte ser un asunto de género, sino un algo a lo que todos le entren.
Karla Oceguera contó en entrevista para Quadratín, que esta historia surgió desde una experiencia personal, ya que desde muy chica vio cómo sus tías y su madre cuidaron de sus abuelas y de su abuelo, "yo soy de las más chicas de mi familia, entonces justo me tocó ver esto en mi infancia, y también ver cómo estas actividades del cuidado o la alimentación, el cuidado emocional, la limpieza y el cuidado de los enfermos eran actividades dadas exclusivamente y mayoritariamente a las mujeres".
A partir de esto, dijo, fue como una semillita la que se le quedó dentro, entonces quiso explorar esta historia, así que en 2021 salió la convocatoria del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), Narralo en primera persona, que estaba buscando justamente historias que hablaran del confinamiento de la mujer, y esta experiencia personal quedó muy bien para la convocatoria.
Un día lo metió a la competencia y resultó seleccionado, expreso, y a partir de ahí ha resultado ser como una bola de nieve. Posteriormente, aplicaron a Focine para producción de cortometrajes por región, "y a partir de ahí la historia se fue encaminando", aseveró.
Con el cortometraje que participará en la Sección Michoacana de la edición 22 del Festival Internacional de Cine de Morelia, indicó, buscaban señalar este tipo de situaciones, y a ella le interesaba mucho porque "es algo social, algo que se ha impuesto, incluso es algo cultural".
Karla manifestó que es muy impresionante que en cada función que ha tenido con este corto, más de alguna mujer "se acerca y me cuenta acerca de esa experiencia que ella también está sintiendo y viviendo, de cómo cuida a una persona enferma, o en ocasiones el hecho de estar cuidando a esta persona no le permite también desarrollarse en otros aspectos".
También esto se ve en la maternidad, aseveró, "muchas personas que maternan trucan hasta cierto punto, ya sea sus profesiones, intereses o hobbies por el hecho de maternar, entonces creo que es una realidad muy común y la cual hay que dialogarla y ponerla en la conversación cotidiana, porque nos puede ayudar mucho a cambiar o a equilibrar las responsabilidades del cuidado".
Desde su punto de vista, refirió que lo justo es llegar a un equilibrio, es decir, educar o propiciar a que estas actividades se hagan y sean realizadas por todos los géneros, y que cada quien se haga responsable de sus cuidados.
Además, cuando tengan qué haber estas ayudas, que no sean impuestas, y esto es de lo más importante, resaltó, porque para muchas mujeres no es una decisión, sino es algo que se les otorga, como si fuera algo natural en las mujeres.