Genética forense y su papel en México, tema del Café Científico
MORELIA, Mich., 25 de mayo de 2017.- En el marco del desafortunado asesinato de Miriam Elizabeth Rodríguez, una activista que lideraba la búsqueda de su hija y otras personas desaparecidas en Tamaulipas; Amnistía Internacional manifestó que “México se ha convertido en una zona muy peligrosa para quienes tienen la valentía de dedicar su vida a la búsqueda de las personas desaparecidas”. Ante la incertidumbre de violencia, inseguridad, desaparecidos y muertes en México, ¿cuál es el rol que la ciencia, y en particular la genética, juega en la sociedad?
De acuerdo a un comunicado de prensa, esta y otras cuestiones serán abordadas en la charla preparada para el Café Científico que se realizará el próximo 30 de mayo con la sesión titulada “El lugar de la genética forense en el espacio público y político de México”. En ella participarán dos académicas universitarias cuyas líneas de investigación se enfocan en la antropología y en los estudios sociales de la ciencia. La doctora Lindsay Smith, forma parte del grupo de estudios sobre Geografía y Medio Ambiente en la Universidad de Nuevo México en Estados Unidos. Sus investigaciones versan sobre la geografía médica, los derechos humanos y de migrantes, y la genética forense en América Latina. Por su parte, la doctora Vivette García Deister es profesora asociada a la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México. Se especializa en los estudios históricos, filosóficos y sociales de la genética biomédica y forense en México.
Ambas colaboran en un proyecto binacional sobre la ciencia de los desaparecidos y la muerte en el territorio mexicano, financiado por la Fundación Wenner Gren de Estados Unidos. Con metodologías del campo de los estudios de la ciencia, las investigadoras buscan entender el proceso de consolidación de la genética forense en México, en particular, pero no sólo, en el contexto de violencia en contra los migrantes centroamericanos en su tránsito por México.
Las investigadoras se basan en la historia reciente de la ciencia forense en América Latina, específicamente en los usos del ADN como herramienta de identificación humana desde los años setenta hasta la fecha para ofrecer una mirada sobre la relación entre el Estado, la ciencia y los derechos humanos. Su experiencia parte de tres contextos latinoamericanos como Argentina, Guatemala y México, países que han producido importante conocimiento científico sobre este tema.
Desde 2010 las muertes y las fosas comunes se han multiplicado en México. “Las estimaciones del número de muertos, desaparecidos y restos no identificados se incrementan. Nadie sabe cuántos han muerto o desaparecido en México y mucho menos
cuántos de esos son migrantes” señala Vivette García. Las bases de datos y los biobancos, lugares donde se almacenan las muestras, se han desarrollado sin una adecuada gestión bajo un panorama de incertidumbre en la definición de criterios de calidad en el manejo de los datos y en la atención a víctimas. Por lo anterior, las investigadoras se plantean la cuestión de si la genética forense es una herramienta de la justicia y del acceso a la verdad.
De acuerdo con sus investigaciones la genética forense se ha vuelto un elemento discursivo mucho más poderoso y a la vez mucho más disputado entre diversos actores que toman parte del esclarecimiento de crímenes cometidos como el caso de Ayotzinapa en 2014.
En relación con el tema de la migración, las investigadoras universitarias han encontrado que la genética forense funciona en relación con otro conjunto de tecnologías como los análisis de radiosótopos, la biometría, los análisis osteológicos, los bioquímicos y la antropología física, por lo que la identificación de ADN no ocupa un lugar tan central como el que suele asignársele de manera tradicional.
Lo anterior forma parte de los avances de un proyecto financiado por la UNAM llamado “Poblaciones de cognición: Historias interconectadas de ciencia en América Latina” que será uno de los motivos para la conversación del Café que se realizará este martes 30 de mayo en el Centro Cultural UNAM en Morelia. El programa de Cafés Científicos cuenta con tres años de permanencia mensual y se está consolidando como un espacio informal para generar conversaciones sobre diversos temas de ciencia con la sociedad. La entrada es libre y gratuita para todos los interesados.