En Michoacán se hablan por lo menos 45 lenguas indígenas: Inegi
MORELIA, Mich., 9 de agosto de 2024.- Las antiguas lenguas del Michoacán histórico están vivas, 146 mil 660 hablan otomí, purépecha, náhuatl y mazahua, lenguas americanas a las que se suman otras del sur del país detectadas en diversos puntos de la entidad, de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi).
Según la información de ese instituto, la lengua dominante, como lo fue desde el período clásico, es la purépecha, con 128 mil 620 hablantes, seguida del náhuatl con 12 mil 22; con 4 mil 525 se encuentran los mazahuas y por último el otomí, con mil 493 personas que hablan está lengua.
"En Michoacán hay por lo menos 45 lenguas indígenas, las más habladas son Purépecha, Náhuatl, Mazahua, Mixteco y Otomí", señala la información oficial.
En la entidad, los municipios con mayor número de hablantes de lenguas indígenas son Chilchota, Uruapan, Los Reyes, Nahuatzen y Paracho. Los municipios donde menos hablantes hay son: Chucándiro, Nocupétaro, Lagunillas, Churumuco y Áporo.
Pero, ¿cuáles son las otras lenguas?
Según advierte la información recabada por la dependencia federal, son en su mayoría lenguas mayas, como el tsotsil y tseltal, de los altos de Chiapas; también hay lenguas como el tlapaneca, amuzgo, mixe y mixteco, propias de los estado de Guerrero y Oaxaca, probablemente producto de la migración con fines laborales o académicos, cuando se puso en voga el movimiento estudiantil universitario y trajo grandes oleadas de jóvenes sureños a matricularse en la Universidad Michoacana.
Así, junto a las lenguas que un día registró el fraile Diego de Basalenque en el siglo 17 en sus crónicas, hay otras 7 mil 764 personas que hablan sus lenguas nativas fuera de sus comunidades originarias.
Pero el hablar un idioma americano puede no ser algo positivo, ya que de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México, el 28 por ciento de la población indígena de 12 años y más, experimentó discriminación, además de que pueden llegar a ganar hasta un 30 por ciento menos que las personas que se identifican como indígenas que no hablan su lengua materna.