En mesa de trabajo debaten sobre seguridad mujeres fotoperiodistas
18 de noviembre de 2017
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8:48
Luis Felipe Reynoso/Quadratín
MORELIA, Mich., 18 de noviembre de 2017.- Dentro del Encuentro Fotográfico México, en la extensión que se realiza en Morelia, se llevó a cabo una mesa de mujeres fotoperiodistas donde se destacó como aspecto importante la seguridad en el trabajo, en este sentido, las fotógrafas que estuvieron en la mesa coincidieron en adoptar el protocolo de la fotoreportera Gisette Riquelme, que aborda una serie de recomendaciones para mantenerse a salvo a mujeres.
La mesa estuvo integrada por las fotoperiodistas Florence Leyret,de origen francés, y las mexicanas Wendy Rufino y Carmen Hernández, quienes se presentaron en el Centro Cultural Universitario.
El protocolo para mujeres, que va más allá de la seguridad regular del fotógrafo mujer u hombre debe tener, incluye un kit de medicinas, toallas sanitarias, y ´pastillas para el día siguiente´, “sobre todo si vas a cubrir en lugares donde el peligro es inminente y hay cierto grado de machismo, entonces esta pastilla del día siguiente es en caso de que lamentablemente tuviéramos que sufrir alguna violación”, señaló Wendy Rufino.
La fotógrafa agregó que otra de las recomendaciones es que si llegan a un poblado en el que hay más hombres que mujeres, “aunque esto lo debe hacer cualquier reportero, hay que buscar a las autoridades, ver quiénes son, en el caso de las mujeres, ver si dentro de las autoridades hay alguna mujer que nos pueda orientar un poco más y también hacer comunidad con las mujeres, ya que continuamente en los pueblos las mujeres tienen una figura de respeto”, aseguró.
Las profesionales de la lente indicaron que este es quizá el primer protocolo de seguridad para fotoperiodistas mujeres que se realiza, el cual ayuda en mucho a resguardarlas.
Otro de los temas que se abordaron en esta mesa fueron la invisibilidad que puede tener una mujer trabajando en el medio, y la diferencia también de los salarios entre hombres y mujeres que realizan la misma labor.
Para la reportera francesa, es difícil explicar el fenómeno que al menos detecta en nuestro país, donde hay más fotógrafos hombres, no tengo una respuesta, no puedo decir por qué no hay más mujeres, yo creo que hay muchas mujeres fotógrafas en México, hay muy pocas en Michoacán”, dijo, y señaló a Elsa escamilla, la ganadora del Premio Eréndira, como una de las destacadas. La documentalista manifestó no sentirse acosada ni poco valorada por su trabajo.
Sobre por qué hay muy pocas mujeres haciendo fotoperiodismo en Michoacán, Wendy Rufino sacó datos del medio en Morelia; dijo que las mujeres que practican el fotoperiodismo son solamente ocho, mientras que los hombres que realizan esta misma función son 22.
Por su parte, Carmen Hernández señaló que ambos tanto hombres como mujeres parten de las mismas carencias y situación precaria de los medios; sueldos bajos que no permiten vivir con suficiencia, y menos dan margen para invertir en equipo y tampoco lo proveen desde los medios, “uno arriesga su equipo”, aseguró.
Otra cosa que detectó la fotoreportera y que no existe “ sería muy necesario”, dijo, son las guarderías especializadas para madres, por lo complicado de los horarios, aunque este servicio no solo es para mujeres, puede ser para compañeros hombres que también tienen hijos, aseveró.
Dijo que la diferencia de sueldo, el acoso y el hostigamiento son algunas de las razones por las cuales hay menos fotoperiodistas mujeres. En este sentido, tanto Carmen Hernández como Wendy Rufino manifestaron que hay varios hostigamientos, y uno de ellos es el laboral. Rufino señaló que ella lo vivió en carne viva, con un jefe que le llamaba sin motivo más de 10 veces un lapsos no muy largos, nada más por estarla monitoreando.
Ambas fotógrafas destacaron al hostigamiento sexual como un motivo importante para desanimar a las mujeres a participar en el trabajo del fotoperiodismo. Este hostigamiento de índole sexual va desde el “chacoteo” que se da en el gremio y que otros compañeros confunden, hasta el que se da cuando son víctimas de acoso directo de un compañero.
En cuanto a lo de las diferencias salariales, las mexicanas manifestaron una franca desventaja frente a los hombres fotógrafos que usualmente ganan más, “porque muchas veces, aunque desempeñamos el mismo trabajo que los compañeras fotógrafos, incluso a veces más, no percibimos este mismo salario”, aseguró. Indicó que incluso en algunos medios a las mujeres no las dejan realizan fotografía de nota roja “porque no está dentro de su campo de trabajo”.
A la conclusión que llegó la mesa fue propiciar el compañerismo y la colectividad entre fotógrafos, sean hombres o mujeres, brindar apoyo a las fotógrafas mujeres para que no sufran injusticia laboral ni maltrato de los medios, porque hay compañeras, manifestaron, que han sido despedidas por una cuestión de lactancia. Pidieron luchar contra el machismo al interior del gremio, no quedar ciegos ante circunstancias fomentadas por esta situación.
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