El talento de las artesanas michoacanas que da vida a textiles únicos
COENEO, Mich., 16 de diciembre de 2022.- En la esquina que forman las calles 16 de septiembre y Allende en la comunidad de Zipiajo, del municipio de Coeneo, se encuentra un pequeño local en verde con la leyenda Mercería Artesanal, venta de artesanías. Ahí, más de 30 artesanas del textil desarrollan su trabajo en perfecta armonía.
Se trata del taller casa artesanal Kúanari xarinku anapu, que significa Lucero de la mañana.
Al momento de la visita se encuentran unas 12 artesanas haciendo bordados y armando piezas. Unas se ubican en la parte frontal, en un espacio que tiene poca luz pero que les alcanza para ver lo que bordan por la resolana de las ventanas. Otras más están al fondo, donde se encuentran las máquinas de coser, y con las que elaboran el armado de las piezas antes de bordarlas.
Son 32 artesanas en total las que integran el taller Lucero de la mañana, cuenta la artesana Elvia Bartolo, quien tiene un galardón nacional por su trayectoria. El taller recibe apoyo del Instituto del Artesano Michoacano (IAM), les ayuda para ir a vender a los principales tianguis, los invitan a los concursos y les compra piezas dos veces al año.
Por parte del Fondo Nacional para el Fomento a las Artesanías (Fonart), les apoyan para ir a la Ciudad de México a vender las piezas, cuenta Elvia, y explica que el Fonart también les ayuda en situaciones, por ejemplo, cuando fallan las máquinas de coser; ellos les mandan un técnico.
La artesana señala que, para hacer una camisa para hombre, son dos meses de bordado en punto de cruz, y previo, dos días para el armado de la pieza, la cual tiene un precio de unos dos mil pesos, y explica que han tenido una capacitación para conocer el precio de su trabajo, ya que antes les regateaban y ahora ya se "aguantan".
Entre mil 500 y mil 800 pesos cuesta una camisa o un huanengo con bordados más sencillos. El de punta fina cuesta unos dos mil pesos, y a veces un poco más, y en el caso del que se realiza en punta abierta, cuesta mil 500 pesos.
Y hay piezas con precios más altos; un mandil que lleva seis meses de trabajo tiene un precio de cinco mil pesos. Se elaboran dos al año, y las camisas y huanengos, se hacen cuatro cada 12 meses.