El Covid dejó sin trabajo a los coheteros de la Meseta Purépecha
MORELIA, Mich., 6 de abril de 2022.- Después de dos años de la pandemia de Covid 19 y la suspensión eventual de las fiestas patronales, Noel Chávez, cohetero del municipio de Tingambato, con más de 40 años en el oficio, espera con fe que, con la nueva normalidad, pueda volver a fabricar sus castillos de pirotecnia para llevar luz y color a los pueblos de la Meseta Purépecha.
Sentado en medio del patio de su casa, lijando herramientas de su oficio, relató a la cámara de Agencia Quadratín que, en los últimos dos años ha sobrevivido de la venta de cohetones tradicionalmente utilizados para despedir a los muertos, como a los que no sobrevivieron al coronavirus.
“(A principios de 2019) hice algo que antes no había pasado, decidí invertir en productos para mi trabajo, meses después empezó la pandemia y eso me ayudó a mantenerme porque después ya no había cómo comprar más productos", recordó.
Con los años encima y un meñique amputado, se siente esperanzado con recuperar su trabajo y llevar el sustento a su familia.
"Déjeme su número reportera, para cuando vuelva a hacer mis castillos, si tiene tiempo, se dé una vuelta", dijo con una sonrisa alegre.
Las condiciones en que ha vivido Noel son las mismas que otras 16 familias de los municipios de Cherán, Tingambato, Uruapan, Pátzcuaro y Ario de Rosales, que tienen su polvorín, pero que al verse canceladas las fiestas patronales y reducido las cívicas, su producción se redujo a puros cohetones.
"Para despedir a los difuntos, eso se usa por acá y de eso nos hemos mantenido" explicó.
Pero la pandemia no es el único reto al que se enfrentan, no han logrado establecer una verdadera organización de personas dedicadas a la producción de pirotecnia, la mayoría son artesanos con bajos ingresos y no pueden sostener pago de cuotas, los costos de la pólvora han subido de precio y ahora se ven obligados a comprar la pólvora importada de China, cuyo precio es un 15 por ciento más de la de origen chileno.