El 90% en San Francisco Ahuiran se dedica a los rebozos artesanales
MORELIA, Mich., 13 de septiembre de 2024.- Alrededor del 90 por ciento de la comunidad de San Francisco Ahuiran, del municipio de Paracho, se dedica de alguna manera al tema de los rebozos artesanales, lo que significa que son unas mil personas entre hombres y mujeres, manifestó el presidente del Concejo Comunal de esta comunidad, Prisciliano Rodríguez.
En el marco de una rueda de prensa para dar a conocer la primera exhibición de rebozos hechos contra la cintura de manera artesanal, el presidente externó que el rebozo es una artesanía de origen ancestral, aunque ha ido incursionando en otras técnicas, "una de las etapas terminales en memoria de la señora Cecilia Bautista, que fue la primera en lo que llamamos arte plumario, una etapa terminal en el proceso de elaboración del rebozo", expresó.
Con la evolución que ha tenido esta artesanía de los rebozos, ya están involucrados hombres y mujeres, aseveró Prisciliano Rodríguez, porque hay muchos procesos para realizar una prenda.
Sobre el riesgo que existe de que esta tradición artesanal pueda desaparecer, el presidente indicó que sí lo hay aunque todas las generaciones a través del conocimiento empírico lo siguen llevando, la desaparición de la técnica podría ser por una situación económica, expresó, "En la compraventa, porque muchos lugares nos están copiando, por así decirlo".
Sobre la tradición y la posible pérdida, Eduviges Flores, artesana del rebozo de esa comunidad, contó que desde que se acuerda su mamá y su abuela ya hacían rebozos, y en su caso, ella la aprendió el oficio a su mamá, "desde que tenía yo 12 años, y ahorita tengo 60, ya es mucho tiempo", indicó sobre la experiencia en la realización de estas prendas.
Manifestó que tiene una hija, la cual se dedica a enseñar porque es profesora, y también tiene un nieto. En su caso, no se ha perpetuado la creación de rebozos, porque su hija, aunque tiene conocimiento textil, se dedica a otra actividad, y su nieto ya se fue a los Estados Unidos.
En la experiencia de la artesana de rebozo María Isabel Hernández, el aprendizaje se dio también a través de su abuela y su madre, "de ahí fui viendo y aprendiendo a hacer lo básico que uno de pequeño puede hacer, y ya después empezamos a hacer y hasta ahorita lo hago", expresó y dijo no saber si la técnica está en riesgo porque conoce a toda la gente de la comunidad y la mayoría lo hace, desde pequeños ya están metidos.
"En ese sentido, yo no podría decir que está en riesgo, o a lo mejor sí, porque también a veces como que hacemos mucho trabajo, pero nos paga un poco, y no tenemos esa materia prima, se podría decir, y ya no podemos desarrollarnos varios, y con lo poco que tenemos en eso trabajamos', expresó.