Cultura y comunidad, trabajo que debe retomar la sociedad
MORELIA, Mich., 10 de marzo de 2017.- Los modelos que tiene el estado para poner en contacto a las localidades con la cultura, como las Casas de Cultura, requieren de un replanteamiento urgente y esta es una necesidad que puede atender la sociedad civil mediante la creación de centros culturales comunitarios, mencionó el promotor Benjamín González Pérez, quien, en el marco del “Diplomado repensar las violencias desde el arte y la cultura”, ofreció una conferencia titulada "Gestión de espacios culturales para el desarrollo comunitario", actividad llevada a cabo en la Casa de Artes y Oficios de Santa María.
Entonces, en ese espacio González Pérez externó que una cuestión deseable para esos proyectos culturales comunitarios, sería emplear espacios que tuvieron mucha vida pero cayeron en el olvido, como son galerones, bodegas, centrales de autobuses o mercados, ya que de ese modo, se le otorgaría una segunda vida a un lugar que ya esta identificado por la comunidad, señala un comunicado.
El espacio físico es importante, pero la sección medular se encuentra en la oferta cultural, cuestión que de acuerdo a González Pérez "es el alma, lo que da sentido y demuestra hacia donde se va con el centro cultural; es necesario facilitar artes y oficios que le permita a la gente expresar sus preocupaciones, anhelos y pesadillas, ya sea mediante la poesía, la fotografía, la escultura o la literatura".
Otra cuestión relevante es la integración comunitaria, donde los usuarios estén empoderados y no sean solamente consumidores. Para aclarar mejor esto, González Pérez explicó que los centros culturales comunitarios "no deben estar al margen de las problemáticas que hay en las calles, deben ser espacios de participación, para el encuentro y solución de problemas".
Asimismo, el promotor dijo que es importante romper la lógica de que solo el financiamiento, ya sea gubernamental o de la iniciativa privada, es el factor que permite el funcionamiento de los espacios culturales, para apostar en cambio por la colaboración mutua de quienes integren la comunidad: "debemos traer trabajo, solidaridad e intercambio".
Con respecto a las Casas de Cultura que tiene el estado mexicano, González Pérez mencionó que éstas no funcionan de un modo pleno por distintos factores: los espacios que ocupan no tienen conexión con la comunidad, en muchas ocasiones su oferta se rige por actividades de mero entretenimiento, mientras que sus políticas internas no son integradoras con la gente, es decir, no poseen espacios que permitan la conversación y toma de decisiones que afecten a la comunidad. Por tanto, consideró que "es urgente replantear dicho modelo".
Aunado a lo anterior, González Pérez dijo también que en muchas ocasiones, los gobiernos carecen de políticas definidas para el sector cultural, o en todo caso, dejan de lado el ámbito formativo de la cultura para ligarla al espectáculo. Por tanto, afirmó que el estado no sabe dimensionar la importancia de la cultura y la ve como un mero accesorio.
Asimismo, mencionó que la generación de los nuevos regímenes fiscales le han abierto la puerta a las grandes compañías de encontrar formas de hacer negocio encubierto, pues en realidad le donan a sus propias fundaciones culturales y con ello, darse dinero a sí mismas, deducir impuesto y quedar bien en el plano mediático; en este esquema, dijo, se deja de lado a los colectivos, gestores, proyectos comunitarios y un largo etcétera.
Cabe recordar que esta conferencia se ofreció en el marco del “Diplomado repensar las violencias desde el arte y la cultura”, programa de formación que actualmente se imparte y que es impulsado por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y Red Lab laboratorio de gestión y vinculación cultural.