Amor en Braille: la belleza de la solidaridad
MORELIA, Mich., 6 de julio de 2017.- De dejar a un lado la soberbia y el orgullo cada vez que sabemos no estamos en la capacidad de realizar algo, y de darnos cuenta que si eso pasa, no está mal, son dos de los objetivos que la película francesa, Amor en Braille, se plantea hacer entender al público, en líneas generales.
Sin embargo, para llegar a esa conclusión el camino es un tanto difícil… y hermoso a la vez. Ese es el rumbo por el que Marie (Alix Vaillot-Szwarc), la protagonista, nos pasea desde un principio bajo el dolor de padecer una enfermedad degenerativa de la que justificadamente reniega y no quiere aceptar: la chica de 12 años se está quedando ciega.
Siempre perfecta, con las mejores calificaciones y ejemplares interpretaciones musicales con su chelo, la joven se espanta cuando su oftalmólogo, durante un chequeo médico de rutina, se da cuenta que su visión ha empeorado y no hay vuelta atrás.
Entonces, ella intenta a toda costa esconderlo de sus padres al señalarles constantemente que no necesita los lentes y que ha mejorado, debido a que su progenitor está decidido a mandarla a un internado para ciegos, situación que le privaría para siempre de cumplir su sueño: entrar a una prestigiosa escuela de música.
En tanto la chica, que no quiere sentirse desvalida, se refugia en Víctor (Jean Stan Du Pac), el peor estudiante de la clase, a quien decide ayudarle a mejorar sus calificaciones para ella sentirse útil en medio del torbellino que le envuelve.
Con lo que ambos no cuentan es con que, a su corta edad, el amor toque la puerta llevado por la solidaridad de tenderle una mano al prójimo y la camaradería de una chica que ayudó a un mal estudiante para reafirmarse a sí misma sus capacidades, pero que una implacable enfermedad le obligó a aceptar ayuda de quien nunca imaginó para cumplir sus sueños.
Llena de inocencia, de la pureza de la niñez envuelta en una dura realidad, Amor en Braille, dirigida por Michel Boujenah, fue la Mejor Película en el People’s Choice Award 2016 del Festival Internacional de Cine de Dubai, ganó el premio a Mejor Película dirigida a niños en el Zlin Film Festival, así como el Premio de la Audiencia en el mismo Festival.
El filme, a estrenarse este jueves en México, nos invita a soñar, a creer en nosotros mismos, a aceptar que no podemos ser perfectos, que la ayuda puede venir de quien menos lo esperamos, y que los sueños, a pesar de las miles de piedras en el camino, sí pueden hacerse realidad.